domingo, 17 de junio de 2012

-- 5 euros, la gorra y el reloj.

    ¿Pero vosotros pensáis que a mí se me atraca así, criaturas?
    Las criaturas en cuestión, se me quedaron mirando fijamente. El que sostenía la navaja apoyada por debajo de mi ombligo, ladeó la cabeza; el otro, el que iba arrojando por los aires cuanto sus dedos extraían de mi cartera, corrió y descorrió nervioso el velo de sus ojos febriles: ¿qué hablas?, inquirió abofeteándome en la barbilla.
    Sonreí. Yo creo que sonreí. Lo que oyes, chaval, dije. Que a mí no se me atraca así, de noche, en una calleja, al amparo de la obscuridad, con navaja y malos modos. Que lo que yo pueda darte, chaval, entérate bien, no va en esa cartera ni en ninguno de los bolsillos de mi camisa o el pantalón. Buscas en vano, pierdes el tiempo. Lo más valioso de mí, soy yo mismo; lo más valioso de mí, es capaz de llevárselo cualquiera en pleno día, con una sonrisa, con una mirada o con un simple cate en la espalda. A mí me atraca quien yo quiero que me atraque, y te puedo asegurar que el botín que se lleva es mucho mayor del que te llevarás tú con tu navaja de mierda. A mí me roba un amigo, un niño, un borracho en una noche de bohemia o una adolescente con los libros debajo del brazo que se dé a cruzarse cualquier día en mi camino. A mí no se me atraca, chavales, a mí se me gana y entonces no hace falta perder el tiempo registrando en mis bolsillos y mi cartera, porque yo lo doy todo cuando me dejo ganar, que es siempre.Conque acabad pronto, que hace frío y se hace tarde.
    El de la navaja me rasgó en un muslo y el de los ojos febriles se entretuvo unos minutos en darme de patadas cuando caí al suelo, unas en la espalda y otras en la cabeza. Quedé tendido algunos minutos, al relente. Jamás pensé en denunciarles, porque no se llevaron nada...



(Dedicado a mi amiguete Álvaro, al que la otra tarde robaron cinco euros, una gorra y el reloj, en una plazoleta del barrio. Adelante, amigo Álvaro, que sé de sobras que tus lágrimas al contármelo sólo reflejaban impotencia. Tres gilipollas no bastan para arrebatar todo lo bueno que la vida, a tus quince años, guarda todavía para darte. Un fuerte abrazo y esta pequeña historia pata ti, campeón).


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2 comentarios:

  1. A mi gran Amigo Jesús le dedico estas humildes palabras animándole a que siga con este blog y ojalá tenga muchísimo éxito se lo merece ya que es un gran escritor, así que venga animo a todos a que entreis en este blog que seguro no os vais a aburrir. Un saludo muy grando Amigo Jesús de tu amiga Lola

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  2. gracias, Lola, por ser una visitante asidua de este rinconcillo que me he hecho con letras, palabras y líneas, como esa casa en los árboles que se hacían los niños en las obras de Mark Twain. Un saludo.

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