lunes, 22 de diciembre de 2014

-- Toreros y Atletas.

     Pues créame que no lo entiendo, señor. O mi torpeza intelectual es manda hereditaria o las calores sevillanas que llevamos toda la vida soportando (por mucho que el del telediario venga ahora con monsergas de cambio climático y zarandajas en mi provincia sobre alertas amarillas) han debido de dejarme el caletre borboritando cual olla cervantina, "de algo más vaca que carnero".
    
     Y burla burlando (cual soneto a Violante), con la vaca, traída por los cuernos, hemos topado.
    
     Y con la vaca, el toro detrás. Y con el toro, ya tenemos el primer ingrediente de este artículo.
    
     Me explico, señor, que con sólo un muletazo le arranco del Siglo de Oro y le traigo de nuevas al Siglo presente.
    
     Yo, que de deportes sé tanto como de gastronomía zulú y de toros ni le cuento lo rebosado que ando en ignorancia, no dejo por ello de estar al tanto de las peripecias de algún que otro atleta o las proezas de algún que otro matador. Unos y otros, le advierto, me la traen al pairo, porque sudarla ya la sudan ellos.
    
     Lo que quisiera referirle, señor, es la incongruencia que observo, pongamos por caso, entre un deportista y un torero. Ambos, por descontado, se deben a su cuerpo y es su mantenimiento y su buena forma física lo que les hace ser alguien en sus respectivos mundillos. Ni yo podría correr cien metros seguidos tras de una pelota o con una raqueta en la mano, ni usted, me temo, podría aguantar delante de un morlaco más de dos segundos sin echar a correr con la gana y el empeño que en el caso anterior a mí me faltaría.
    
     Reconozcamos, pues, la entereza física de atletas y toreros.
    
     Mi duda es la siguiente. Un futbolista avanza con la pelota o sin la pelota entre los pies, sufre un tropiezo con un adversario, con un compañero o con la misma pelota, se cae, rueda, se retuerce, grita, clama, llora, babea, levanta un brazo pidiendo el socorro de un masajista, sale en camilla del campo de juego, recibe mil cuidados en el arcén (o la banda o como se diga) y al día siguiente, en los titulares deportivos, aparece la nefasta noticia:
"Musculiño, el defensa del Dorado Club de Fútbol, será baja durante siete meses".
    
     Pues mi más sincero pesar. Con lo hábil que era y con lo que corría el bicho.
    
     Acudamos ahora a una corrida de toros. El Niño de los Paquetes le pega un pase de pecho a "Mamoncero", "Mamoncero" se revuelve inesperadamente y le asesta una cornada al Niño los Paquetes en el susodicho, cornada gravísima que le manda un huevo (y usted perdone) a la altura de la tráquea.
    
     ¿Grita el Niño? ¿Llora? ¿Babea? ¿Se retuerce? Nasti de plasti. A lo mucho, traga saliva y si levanta un brazo no es para llamar al camillero, sino para avisar a su cuadrilla de que el que tenga cohones de espantarle al toro se entera. El Niño de los Paquetes y el Huevo en la Tráquea, a lo sumo, cojea un poco. Pero ni reflex hay que echarle, señor, que agarra la muleta, mira al cornúpeto y se le acerca mordiéndose la lengua de rabia, diciéndole entre dientes mientras lo cita: "por mi mare que esta noche ceno rabo y oreja, te lo juro por mi mare, mamoncero, me vas a tocar tú a mi el huevo ni el huevo".
    
     Y se lo jala el tío, vaya si se lo jala. Y encima le da dos vueltas al ruedo, cojeando y sonriendo como si viniera de cazar conejos en la finca de su cuñado.
    
     ¿Usted se lo explica, señor?
    
     Atletas tenemos, sin ir más lejos, que no han podido acudir a los juegos olímpicos por mor de un esguince en la pierna, una luxación en el tobillo o la picadura de un alacrán en el menisco. O porque jugando al pin-pon, le han metido un bolazo en el puente de la nariz. Qué se yo.


"Esparraguet`s, el medallista olímpico español campeón de salto de pértiga, no podrá representarnos en Londres al haber amanecido esta mañana con un juanete en el metatarso izquierdo. Estará de baja nueve meses".
    
     ¡Señor!
    
     Pero si hace tres meses, a un conocido diestro, le incrustó el morlaco un pitón por la cara que le hizo saltar el ojo como el tapón de un botellín, y ya está el tío toreando de nuevo, que me parece que ni cogió cita para el oftalmólogo porque le dieron el 52 y tenía prisa,  y se compró el parche en el chino que hay al lado de la Plaza.
    
     ¿Y el afamado y lamentablemente desaparecido Francisco Rivera, "Paquirri"? ¿Recuerda usted cuando ese avispado toro lo ensartó por el muslo y le reventó lo que encontró al paso, dejándolo deshilvanado y herido de muerte? ¿Recuerda usted esas imágenes por televisión, en que un moribundo Paquirri todavía intentaba poner calma y hasta dar instrucciones al propio médico de la plaza, explicándole fríamente dónde tenía el destrozo hecho y lo que era menester hacer, ¡señor, señor!, que sólo le faltó pedir una cocacola y un paquete de patatas a la barbacoa?
    
     Pues eso, señor mío, que no me lo explico.
    
     Y que si los toreros, en sus ratos libres, en vez de entrenarse con vaquillas se entrenaran con potros, pértigas, anillas, barras paralelas, raquetas o balones de reglamento, otro gallo cantaría por los extraviados andurriales del Deporte Olímpico Español.
    
     Porque no me explico que un balonazo quite de en medio a un tío con más rotundidad que un cuernazo.
    
      Vale.
    

domingo, 11 de mayo de 2014

-- Jaque Mate, amigo.

Yo le miré, él me miró y los dos nos miramos.


De música de fondo, poco. Una madre llamando a un chiquillo, un perro ladrando o la cantinela de una ambulancia lejana. Ojalá la vida, como en las películas del oeste, tuviera música de fondo.


Pero no. Yo le miré y él me miraba. Los dos nos mirábamos.


Me daba lástima acabar con él tan pronto. Porque indudablemente, yo llevaba las de ganar. Pero su juego había sido limpio y hay poca gente ya que juegue limpio. Se ha perdido la decencia. Se ha perdido la caballerosidad. Hoy se mata por la espalda o te dejas matar de frente, que no sé qué es peor. En un caso u otro, hoy no se sabe matar ni se sabe morir.


Baste saber, que yo lo miraba y él me miró.


Y me sonrió con grandes aires de triunfo, mientras levantaba el codo de la mesa y avanzaba el brazo derecho y abría en pinza dos dedos para coger su caballo y decir:


-- Jaque Mate.


Otro que no fuera yo, se hubiera asustado.


Pero yo sonreía. Y tampoco dejaba de mirarle a los ojos. También alcé lentamente el codo de la mesa. También estiré el brazo. También, como él, abrí en pinza dos dedos para coger mi ficha y decirle a la cara:


-- Meto una, cuento diez, te como ésta, cuento veinte y la meto en casa. Perdiste.


Y así, hasta el día de hoy, hemos seguido: jugando a juegos distintos en la misma mesa y en el mismo tablero.


Hay quien lo llama Amistad.



Nosotros, ni él ni yo, acabamos nunca esta partida. Cuando me da Jaque, mi ficha roja saca un seis y vuela. Cuando le mando una para su casa, viene su Reina y cuenta veinte

martes, 15 de abril de 2014

-- Hablar inglés, la moda.

¡SOY ANDALUZ Y HABLO ANDALUZ SIN COMPLEJOS!

Por eso en esta santa week, yo me regociging en hacer footing, running y el tonting cada mañana. Que para eso me paso la week atendiendo a marketing, coaching y demás empresaring del mundo en que me moving por mi work.

Yeah!

Biutifú la morning del Sunday de Ramos (o de Raming witch palmeritas). Sevilla es preciosing in primavering. Y yo me sienting (in the chair) como si estuviera en mi house. ¿Qué decir? (what coño i say?) of the Hermandading of the PAZ... in the Mary Louise Park?

Linding costalering. Linding the flowers. De puting mother, joder.

And today, San Beniting for the Ding-Dong (la campana) and the Cerring to go pa su casa a las tantas de la nigh o cuando le salga de los cojoning.

¡Que viva Andalucía!

Y que vivan, porque tienen su arte, los 137 tontos que no hacen dos frases seguidas sin acabarlas en ING.... aquí en esto del facebook, donde pa dártelas de chuling y bragado te falta espacio.

¡Al diccionario! ¡A leer más! Que en inglés una palabra significa mil cosas, pero en castellano puro y duro... tenemos mil palabras para decir una misma cosa.

Y aquí nos vamos a correr cuando no se curra (nada de running), o nos pegamos unas carreras cuando hay tiempo (nada de footing), o curramos (nada de working), o nos tomamos unas cervezas (nada de drinking), o nos comemos una tapa (nada de adobing) o hacemos lo que podemos o nos da la gana (nada de tocarnos los eggs) cuando hemos acabado la faena (faening) y no tenemos tiempo ni para aprender un english de pacotilla.

Y ni falta que hace.

Que sin acabar en ING, todo el mundo ha entendido lo que digo.

Hasta el más tonting.

Conque tira de la muí, que eres más gitano que inglé. Y lleva con orgullo el andaluz y lleva con orgullo el castellano, y deja de hacer el capú... que has nacido aquí y nunca has mamado un ING.

Ya que vuelas tan lejos, lleva este habla contigo, amigo. Y si te avergüenzas de él, no mires atrás y jódete.

Aquí, no existe otro ING que IGNorante. Parece lo mismo pero no lo es.

Habla en castellano, cojones... que palabras tenemos aquí pa regalar. Déjate de inglés, pekeñing, que visto lo visto, no te vamos a entender ni pa la leche: pero al menos, quedas bien.



 

viernes, 11 de abril de 2014

-- A mi primo Miguel Merino.

Ni idea, Miguel, de qué van las Tontás... Hace tiempo que no paso por tu blog ni por el de nadie. Y si paso por el mío, es de refilón, ya sabes, por saber si sigue existiendo.

Conque me viene el Chema y me dice que te mueres. Ole los cojones del Chema (que ha sido el único que me avisa) y ole tus cojones, primo, que ni avisas ni nada.

Vas y te mueres cuando el Sevilla anda por el quinto puesto. ¡Miguel, coño...! Que no es pa tanto. Que a veces hemos estado los primeros... Y que este domingo de Ramos, tenemos nuevo derby Betis-Sevilla y vas y te lo pierdes... Lo tuyo es pa morirse, pero de risa. Mira que perdértelo...

¿Qué te digo, primo? Esto de llamarnos "primos" es muy coriano. Mucha gente pensaba que lo éramos. Primos pero no corianos o corianos pero no primos. Es igual. Mucha gente lo pensaba. ¿El qué? Ni idea. Pero cuando nos leían, sé que mucha gente lo pensaba.

Sé que eras de los primeros que pateaste mi blog. Tengo el orgullo, como muchos blogueros, de contar con muchos comentarios tuyos entre mis entradas. Para colmo, no te contentabas con hacer un simple comentario como Dios manda. Sino que comentabas y volvías a comentar lo que comentaban y hacías comentarios sobre los comentarios...

Lo tuyo era escribir, primo. Fuera lo que fuese. Tú, disfrutabas como un chino.

Si hay algo que guardo como oro en paño, era tu sentido del humor. Porque aunque mi blog lo inicié como un blog de humor, también era consciente de que el humor escondía detrás mucha pena. Me sentía cercano a ti precisamente por eso, porque quienes pretendemos hacer reír o sonreír, escondemos algo llamado tristeza... pero aprendemos a darle la vuelta a la tortilla y a repartir felicidad antes que guantazos.

No se me ocurre nada más que decirte. O se me ocurre demasiado y sería redundar en lo que muchos compañeros (¿sólo somos compañeros?) te dirán seguramente hoy... Qué gran milagro esto de los interneces y las redes sociales, primo. Soy de los que he despotricado mucho de todo, ¿pero cómo explicar que se coja verdadero afecto a alguien a quien nunca se ha tratado cara a cara... solamente por el hecho de compartir escritos y lecturas? ¿Cómo se llora virtualmente? Y si es virtualmente, ¿dónde está esa gotera del techo que me moja hoy el papel?

¿Y dónde andabas ayer, para que nuestro Sevilla le metiera cuatro goles al Oporto y con un jugador menos? ¿O un jugador de más...? ¿No serías, tú ayer, el famoso número 12, no?

En fin, primo... Que debiera echarte una pequeña bronca y lo que voy a echarte es mucho de menos... Mira que irte ahora, macho, cuando más hermosa está Sevilla... Mira que irte ahora, cuando el cielo es un espejo y la ciudad toda es una ciudad reflejada en un gota de agua de cualquier fuente, en una gota de rocío sobre el azahar o en una gota salada en una mejilla... Mira que irte ahora... Aquí, en Sevilla, cabezota, nadie se va en primavera.

Un abrazo, primo.

Y si en verdad descansas en Paz, no te lo tomes muy a pecho, que eres de los que la eternidad también se te hará corta sin un lápiz y un papel a la mano.

Que nos conocemos, primoooo.... ¡Arriba el Sevilla! Y este domingo de Ramos, a la primera levantá del primer paso que vea, al primer empellón con el cuello de esos costaleros alzando 2500 kilos sobre los hombros al grito de ¡al cielo con ella...!, no podré evitar pensar en ti, entre chirridos de madera, bambalinas y candelabros de plata.


Y llegará después la feria, ya sabes: "Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va..."


martes, 25 de marzo de 2014

-- Huelga General.

Conque llegó el día de la Gran Huelga General.
 

Nos reunimos todo el proletariado en la barriada, en las afueras, dispuestos a marchar sobre la capital y reivindicar nuestros inalienables derechos laborales... Cada uno con nuestros pitos, nuestros pasamontañas, nuestras bengalas y algunos tambores. Bien dispuestos todos. Eran las siete de la mañana.


-- Muy temprano hemos quedado -dijo alguien.


-- Hace frío -dijo otro.


-- Una copita de coñac -resoplé.


Así que nos fuimos al bar de Julio. Como era día de Huelga General y hasta el Bar de Julio andaba cerrado, le prendimos mecha a una bengala y se la lanzamos por la terraza, le metimos dos pedradas a las cancelas, apedreamos los cristales del local y despertamos al camarada Julio con eufórico espíritu reivindicativo.


-- ¡Eh! ¡Eh, compañeros! -gritó Julio por el balconcillo de arriba, en pijama y babuchas- ¿Qué hacéis...? ¿Qué estáis...?


-- ¡Abre, Julio! -vociferamos- ¡Ponnos una copita, pedazo de...!
 

-- ¿Pero no estamos en Huelga gene...?


-- ¡Abre, coño, o le metemos fuego al bar!


Nos tomamos una copita y aprovechamos para comernos unas tostadas con aceite de oliva y jamón. No le pagamos, por supuesto, porque en día de Huelga se supone que debiera de estar solidarizado con nosotros.


-- Nos vamos, Julio.


-- Suerte, camaradas -nos dijo Julio, emocionado, dando saltos sobre una llamita que prendía bajo sus pies.


Y volvimos a apedrearlo y a lanzarle varias bengalas para que cerrara el bar de una puñetera vez.


-- ¡Esquirol! -le grité, escupiéndole a la vez que quemaba tres papeleras fascistas que tiene en la puerta del local para que los señoritos capitalistas apaguen sus cigarros cubanos.


Teníamos que ir a la capital, pero son 25 kilómetros. Conque despertamos a Roberto, el taxista.


-- ¡Eh! ¿Sí? ¿Quién...? -balbuceó Roberto, lagañoso, desde la ventana de su pisito de alquiler.


Cuando le rompimos los cristales del taxi y nos hicimos un pañuelo palestino con la junta de culata del motor, bajó presuroso y nos trasladó a Madrid. No quiso cobrarnos.


-- Y ahora a casita -le advertimos- Hoy no se trabaja, cabrón. Toma una pegatina del sindicato, anda.


Y se la pegamos en la frente.


-- ¡Esperad! -gritó alguien- ¡No he comprado tabaco!


Así que volvimos a apedrear el taxi de Roberto, por esquirol, le hicimos llevarnos de vueltas al bar de Julio, volvimos a romperle un par de cristales más, tiramos bengalas hasta que volvió a aparecer por el balconcillo con las alpargatas chamuscadas, sacamos tabaco, pinchamos las ruedas del taxi de Roberto, despertamos a Manuel, que es repartidor de bollería, amenazamos con quemarle la furgoneta y accedió gentilmente a llevarnos a la capital si antes le permitíamos lanzar una bengala por la ventanilla de la furgoneta contra la panadería de su suegro, que también venía con nosotros y sonreía ladinamente. La solidaridad es lo que nos hace fuertes en momentos de crisis.


Y cuando a Miguel le partieron las gafas los hijoputas de los maderos con una bola de goma o de billar (a saber, porque se le quedó grabado el número 6 en el puente de la nariz), lo llevamos a la óptica de Emilio, donde tuvimos que reventar la cerradura porque Emilio estaba en huelga con nuestro grupo y se negaba en redondo a abrir la óptica. Buena gente, Emilio. Aguantó estóicamente hasta que amenazamos con cortarle las patillas a todas las gafas que tenía en el escaparate y venderlas después como patas rusas... . Entonces, accedió a nuestras peticiones.


En agradecimiento, le prendimos fuego a su vespa mientras él mismo nos jaleaba tocando palmas y lanzando al aire su pañuelo palestino. Ni que decir tiene, que son detalles que emocionan al más pintado.


Después, a la noche, nos fuimos de copas con Juanca y Juanma, que son antidisturbios pero no quita que sean de la familia: también ellos se lo pasaron bien.
 



(Esta entrada, publicada antes en Facebook, ha tenido muchos "detractores indignados", que desconociendo mi forma de escribir o -lo que es peor- desconociendo o malinterpretando que Humor es lo contrario de Aburrido y para nada es lo contrario de Serio, y que Humor es una forma de ver la realidad tan respetable como verla desde la Indignación, y que Humor puede esconder detrás tanta indignación como la que muchos alardean de llevar a cuestas... Total, que este relato humorístico hay quien lo ha leído con la misma seriedad conque se lee una esquela mortuoria o un testamento en el que ni siquiera te nombran. Peor para ellos. Mi intención, como en el chiste de la vaca, no era otra que hacer sonreír... por mucho que ames las vacas. Y Si para escribir Humor hay que andar pidiendo disculpas a unos y a otros, vais apañados. Apañados con vuestra ignorancia y apañados conmigo).

domingo, 2 de marzo de 2014

-- Refranero Quijotesco.


Refranero quijotesco, dedicado.  



"A Boda ni Bautizado, no vayas sin ser llamado", que es algo que con algo de entendimiento podría referirse al hecho de no usar las redes sociales para poner a secar la colada de casa. Eso se hace precisamente en casa. En privado. Que "al buen callar, llaman Sancho" , "al cabo de cien años, todos Calvos" y ¡ay! "Maestro Ciruela, que sin saber leer pones escuela".


Rememorar mis viejas hazañas y pocas hidalguías de los años 80 y parte de los 90 (andamos ya en 2014, ¿lo sabes?) (http://masducados.blogspot.com/2014/02/viejos-amigos-viejos.html) es problema mío y me atañe a mí, que "más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena" y "agua pasada no mueve molino" y "callen barbas y hablen cartas". Si esas mis hazañas (en buena compaña a veces) las muestro en un estilo chulesco, medio bárbaro y ciertamente exagerado, no es más que por la Licencia que me otorga el Escribir por el placer de Escribir: que no es otra cosa que inventar, asacar, ponderar o achispar, usar a mi libre y caprichoso antojo símiles, metáforas, dilogías, paradojas, metonimias, hipérboles o ironías y hacer con el lenguaje y mis recuerdos lo que me da la real gana, sin rendir cuentas a nadie y siendo plenamente consciente de que a veces "cañas se vuelven lanzas", sabiendo que "en boca cerrada no entran moscas" y que hay gente -seguramente aburrida- que aprovechan para meter "entre col y col, una lechuga", aunque ignoren que "quien tiene tejados de vidrio, no debe de tirar piedras al del vecino", porque "si da el cántaro en la piedra o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro" y "a quien cuece y amasa, no le hurtes hogaza".





Haga cada cual "de su capa un sayo" y "cada uno en su casa y Dios en la de todos". Las redes sociales y facebook en particular, no tienen para mí un uso más práctico que el de promocionar cuanto escribo, que es, a fin de cuentas, lo que me gusta hacer. Sé que "quien más mira, menos ve", pero me limito yo a escribir. Y sea inventado o sea recordado, todo cuanto escribo anda mediana o sumamente aderezado con las licencias oportunas que la buena e incluso la mala literatura dan: busco complicidad o busco un guiño o busco esa puya que tanta fuerza regala para seguir adelante. Ya sé de sobras que solía decirse: "pon lo tuyo en el concejo y unos dirán que es blanco y otros que negro". Pero es lo que me gusta hacer y "sobre gustos, nada escrito hay". Y nada, por supuesto, me importa que veas negro donde blanco atisbo yo.




Cuando en mi blog escribo que me he quedado en el paro, habla un personaje. Cuando digo que he asesinado a mi psiquiatra, habla un personaje. Cuando digo que Manué el guitarra se ha ido, resulta que Manué sigue por el barrio, ni se ha ido ni toca la guitarra: es un personaje basado en un tipo real... ¿Es difícil entender...? Yo no publico mi Diario Personal en las redes. Yo no lavo mi ropa interior delante de nadie. Yo Creo historias y Creo personajes. Y gustan o no gustan. En todos, eso sí, en todos hay un trasfondo de mi propia historia y de mi propio Yo... Pero hay que ser un poco más ducho y menos maldiciente para saber "separar el grano de la paja". Y aprendí (y alguien más, sin señalar, debiera aprenderlo) que "de los cuarenta para arriba, no escondas ni te mojes la barriga".


Y referente a ese relato-homenaje que tan encomiable réplica ha tenido por parte de quien tan cercano estoy (aunque "quien bien te quiere, te hará llorar"), baste saber que "una golondrina no hace verano". Que "no es mal sastre el que conoce el paño". Y que "quien antes pregunta, no yerra".




Conque "yerraste" con toda la armadura.




La última frase del texto-homenaje en cuestión ("enamorarlas para dejarlas inservibles a sus maridos") pertenece al anecdotario de Julio César, tampoco es mía.




Y burla burlando y desmontado el tenderete del artículo que tanto de pensar te ha dado (ya que "cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo"), sólo me queda por pensar que te ha molestado una simple felicitación de cumpleaños dirigida a alguien con quien he vivido mucho y muy profundamente, y he compartido mucho y muy profundamente ... hace más de 20 años. Y lo sabes y "de aquéllos barros (antes se decía de aquéllos polvos) estos lodos".




"Cuando uno no quiere, dos no barajan". Si a pesar de ello insistes en barajar cartas, "mezclar churras con merinas" o "buscar tres pies al gato"... hazlo en privado. Facebook está para compartir música, ver vídeos graciosos, denigrar a políticos, apoyar causas difíciles o saludar a los amigos.




Para las disputas familiares, siempre seguimos teniendo el teléfono... Que aunque no tienen la tecla de "ME GUSTA", sí tienen otra mejor: la de "APAGAR".




Y "cada mochuelo, a su olivo". Y si es menester, "a cuentas viejas, barajas nuevas".




Un besote de éste, para quien el muro de las Lamentaciones... no es precisamente el que tiene Facebook.

jueves, 27 de febrero de 2014

-- Viejos amigos viejos.

Un día de hace muchos años, me dijiste: "Ya ves, tío, mañana cumplo 20: ahora llevaré ese número 2 por delante..."


¡Jajá! Hoy vuelves, entre cerveza y cerveza, a decirme más o menos lo mismo. Es la misma cerveza y es la misma mirada: "ya ves, Jesús, mañana llevaré el 5 por delante..."


50 años, mi amigo... Y yo que ando detrás tuya, aunque en aquéllos tiempos tú alardeabas de ser mayor que yo y alardeo yo hoy de ser más joven que tú, jaja... Mierda de canción, ¿eh?, esa que dice "cómo hemos cambiadoooo..."


Y tú y yo no cambiamos ni para la leche. Tonta canción.


Como las redes sociales son tan engañosas y como somos tan falsos y engañosos en las susodichas redes sociales, me permitiré hoy el lujo de recordarte algunas o muchas razones que nos han traído (a tí, a mí aún no) a esta rotonda de los 50 tacos. Descuida. No nombraré a nadie. Y además, con esta edad, nadie nos reconocerá ya, porque peinamos canas y aunque somos lo que fuimos, nadie podrá sospechar que a veces y a ratos fuimos algo de lo que somos:
 

-- calculo que hemos cogido unas 500 ó 1000 borracheras.


-- calculo que hemos partido unas 50 ó 100 narices.


-- calculo que nos han partido la nariz o la boca unas 200 veces.


-- calculo que nos hemos follado (tú un poco más) a media Sevilla y parte de Cádiz, Málaga y aledaños. Demasiadas mujeres para dos.


-- calculo que hemos escrito unas 10.000 estrofas.


-- calculo que hemos leído unas 100.000.


-- calculo que entre cuenta y cuenta, nos hemos dado más besos y abrazos que los que nunca recibimos... y quizás eso nos ha hecho ser así, como somos. Porque he dormido más veces contigo que en mi casa.


-- calculo que sin pretenderlo, hemos amado mucho más de lo que muchos piensan que aman... y las mujeres que más cerca teníamos, nunca supieron darnos nada.


-- calculo que a nuestra manera, hemos sido demasiado fieles a quien sabemos nos ha querido o nos quiere.


-- calculo, entre vigilia y sueño, que mucha gente nos ha apreciado, pero poca ha tenido el valor de apostar por nosotros. Nos han querido siempre de boquilla, pero nunca con compromiso (cosa que hoy entiendo).


-- y sin calcular calculo, que todavía salimos de copas y le damos unas cuantas vueltas a quien presuma de llevar un 2, un 3, un 4 o un 5 por delante.


Felicidades, más que amigo. Mucho de lo que nos propusimos, ya lo hemos hecho. Y mucho de lo que soñamos, todavía queda por hacer... A nuestros amigos, no decirles otra cosa que disfrutamos de la amistad que nos brindan.


Y a nuestros enemigos (creo que ya son pocos), asegurarles que todavía tenemos fuerzas y ganas para partirles la nariz y enamorar a sus mujeres ( que es peor que follarlas, porque enamorarlas las deja inútiles para ellos. ¿Aprendimos bien, eh?).


Un abrazo. Y Felices 50.

domingo, 23 de febrero de 2014

-- Sevillanos arrogantes.

En el Aniversario de la muerte de Antonio Machado, ¿qué decir?

¿Qué puede decir una tierra de analfabetos como es Sevilla? Una tierra cuyos mayores defectos no son los que muchos les achacan (el mal habla, la haraganería y la chulería congénita), sino el peor de los defectos que puede un pueblo tener: la Arrogancia.

Eso no se perdona. Y menos, en España.

La arrogancia, Antonio, de haber llevado al Imperio Romano a tres sevillanos (¿o béticos?) como Trajano, Adriano o Teodosio. ¿Dónde va un sevillano tan lejos, nada más y nada menos que a Gobernar el Mundo Entero?

¿Y pintores en Sevilla? Maldito pecado esta arrogancia que tenemos: Marmolejo, Villegas, Varela, Herrera, Velázquez, Valdés Leal, Osorio, Valdés, Roldán, Gonzalo Bilbao, Murillo...?

¿Escritores tenemos también la arrogancia de tener...? Perdonad este analfabetismo de la bética (¿o sevillista?): Mateo Alemán, Argote de Molina, Gustavo Adolfo Bécquer, Alfonso Grosso, Manuel Halcón, Lasso de La Vega, Manuel Pimientel, Lope de Rueda, Manuel Machado, Antonio Burgos...

Maldita arrogancia. Maldito tener el mayor centro histórico del Mundo. Maldito tener la mayor Catedral de España y tercera del mundo. Maldito tener los Reales Alcázares, único Palacio, en uso actualmente, más antiguo del mundo... Y la Giralda, y el Guadalquivir (único río navegable de España), y el Archivo de las Indias (joder, otra vez único en el Mundo).

Ya te digo, Antonio, Antonio Machado... En el Aniversario de tu muerte, no te extrañe nada que Sevilla te olvide.

Porque Sevilla es tan arrogante como olvidadiza. Tan arrogante como acomplejada, de tanto como la han hecho creer que es la pandereta de España. No te extrañes, Antonio, de que acertaras con tanto tino en tantos versos:

"por estos campos de la tierra mía,

bordados de olivares polvorientos

voy caminando solo:

triste, cansado, pensativo y viejo".

No te extrañes, Antonio, de que andes hoy olvidado. Tú lo sabías de sobra.

Como quizás, como buen poeta sevillano con sangre de emperadores sevillanos, sabías de sobra que algunos pocos nos acordaríamos de ti.

Gracias por seguir vivo entre mi pecho y los estantes de mi biblioteca. Gracias por darle -todavía más, si es posible- más Arrogancia a nuestra Sevilla.