Yo procuro salir temprano de casa, las doce y media me parece una hora prudencial.
Llevo calzado y atuendo cómodos, que suele consistir en botines deportivos, vaquero ciertamente desteñido, camisa de mangas cortas por fuera del pantalón y barba de tres días, que siempre da un cierto aire entre intelectual, campechano y ocioso. Antes que nada, es importante un buen calentamiento. El mío lo llevo a cabo justo en los soportales del bloque donde habito, saliendo a mano derecha, en la bodeguilla de Pepe; consiste en dos cañas con dos deditos de espuma y unos daditos de queso en aceite. La primera caña debe de beberse se golpe y, si nadie nos mira, pinzándonos la nariz con dos dedos. Así, shuff. Esto hace que el organismo, que suele ser un poco corto de reflejos, se haga de sopetón a la idea de lo que le espera. Con la segunda caña, ya en un trasiego más decoroso, degustamos los dados de queso procurando no mancharnos mucho la pechera con el aceite. El cuerpo, avisado, entra en faena.
Llevo calzado y atuendo cómodos, que suele consistir en botines deportivos, vaquero ciertamente desteñido, camisa de mangas cortas por fuera del pantalón y barba de tres días, que siempre da un cierto aire entre intelectual, campechano y ocioso. Antes que nada, es importante un buen calentamiento. El mío lo llevo a cabo justo en los soportales del bloque donde habito, saliendo a mano derecha, en la bodeguilla de Pepe; consiste en dos cañas con dos deditos de espuma y unos daditos de queso en aceite. La primera caña debe de beberse se golpe y, si nadie nos mira, pinzándonos la nariz con dos dedos. Así, shuff. Esto hace que el organismo, que suele ser un poco corto de reflejos, se haga de sopetón a la idea de lo que le espera. Con la segunda caña, ya en un trasiego más decoroso, degustamos los dados de queso procurando no mancharnos mucho la pechera con el aceite. El cuerpo, avisado, entra en faena.
Camino pausadamente hasta la Cafetería Filella (un botellín, un euro) y prosigo sin pausa hasta el Rincón de Chema (cubito de hojalata con seis botellines metidos en hielo, cinco euros). Acarrear el cubo hasta la puerta nos permite, entre otras cosas, tomar el sol, fumar en la calle y ejercitar los tríceps. Es un ejercicio muy completo que nuestro cuerpo, con dos eructitos, agradece. Tras esto (cinco botellines no deben trasegarse en más de cuarenta minutos), lo mejor es un pequeño sprint. Yo lo hago cruzando la avenida entre el denso tráfico -jaleado por bocinazos de ánimo y estridentes recordatorios a mi madre y muertos más cercanos-, ya que el paso de cebra me coge demasiado lejos, y desemboco así justito a las puertas del Bar Izquierdo, propiedad de mi amigo Fernando. Aquí, Cruzcampo gélida y platito oval de altramuces salados, ideal todo ello para tonificar los músculos faciales ya que a estas alturas, sin saber muy bien por qué, suelo empezar a reírme solo.
Un nuevo eructito de mi organismo, me hace saber que voy por el buen camino.
Prosigo con una nueva y ágil caminata por el centro exacto del carril bici, familiarizándome así sin apenas esfuerzo con el tan completo y saludable deporte del ciclismo, hasta que arribo en pocos minutos a la Plaza de la Juncal. Bar Los Cuñados. Botellines de un tercio a 1'30 euros. Aprovecho aquí para ejercitar brazos practicando el lanzamiento de huesos de aceitunas. Quince huesos con cada brazo a una distancia de unos ocho metros, intentando colar en la papelera y sin saltarle un ojo a nadie, es más que suficiente. Nada ahora como una carrerita para cruzar hasta Ciudad Jardín, donde recalo en Bar Doñana. Ya me encuentro cerca del gimnasio y no es menester llegar demasiado agotado, conque es lo ideal sentarme en el patio exterior y pedir las cervezas por jarras de medio litro, cosa que me ahorra el dar repetidos viajes al mostrador. Aquí repaso la prensa, solamente los titulares deportivos de la jornada, para no perder el ritmo impuesto. A sólo cien metros, tengo el gimnasio. Me acerco siempre a él con respeto y grande concentración. A sus puertas, ejercito esternocleidomastoideos girando el cuello a un lado y al otro mientras observo la evolución de algún partidillo de paddel femenino entre briosas treintañeras de gelatinosas formas. Tras esto, giro el cuerpo con cuidado de no darme con alguna farola y vuelvo a casa repitiendo en sentido contrario la tabla de ejercicios ya expuesta.
Aconsejo orinar abundantemente entre parada y parada, y facilitar la capacidad pulmonar quitando siempre el pellejito a los altramuces antes de tragarlos a puñados. El método Tadeo'sport es extrapolable a cualquier otro barrio o población. Expresamente recomendado para varones casados en edad difícil. Consulte a su bodeguero más cercano antes de llevarlo a cabo y siga puntualmente estas instrucciones.
Este método, me temo...forma unos grandes abdominales, ¿no? Pero, al fin y al cabo, ¡¡¡que vivan las curvas!!!
ResponderEliminarPues me temo que no. Que no forma unos grandes abdominales. En realidad, sólo forma un abdominal, pero placentero por de más.
ResponderEliminarEn tiempos de crisis, un sólo abdominal es lo aconsejable, para no llamar en demasía la atención de los inspectores sanitarios. Además, es un sólo abdominal y por ello lo cuidamos con más dedicación, repitiendo la tabla gimnástica periódicamente para que no le falte de nada.
EliminarUn abrazo, jaja.