domingo, 18 de octubre de 2015

-- Histéricas historias o Históricas histerias.


No se puede entender ni pretender saber nada de Historia si no se tiene en cuenta algo tan básico como la Empatía. No se puede juzgar al individuo del siglo XV con los ojos, el entendimiento, las leyes, la moral, la religión e incluso la ética del siglo XXI. Porque sería tan estúpido como castigar a un bebé de dos meses por pegarse un pedete delante de los invitados, o por escupir papillas por la boca.


La Historia de la Humanidad siempre ha sido una secuencia de invasiones y colonizaciones. De cueva a cueva, de aldea a aldea, de ciudad a ciudad y de país a país. ¡Y todavía hoy no dejamos de hacerlo...! Y si mañana descubriéramos vida en Marte o en Plutón, invadiríamos y colonizaríamos ó nos invadirían o colonizarían ellos. Mas dentro de 500 o 600 años, volveríamos todos a estar sometidos a Juicio de unos indivíduos que tampoco tendrían derecho a juzgarnos: porque ni sus ojos, ni su entendimiento, ni sus leyes, ni su moral, ni su religión ni incluso su ética se parecerían en nada a lo Nuestro.

¿Genocidio español en América? Si existe la palabra ( y si no, sobre la marcha, la invento), más adecuada sería la de autogenocidio. Me extraña mucho que Hernán Cortés y un ejército de poco menos de 400 hombres (más tarde llegaron a ser 1200) - y cuyos nombres y apellidos pueden consultarse en el Archivo General de Indias de Sevilla-; me extraña mucho, digo, que un millar de hombres pudiera subyugar a todo un Imperio Mexica que con sus adláteres, vasallos y aliados sobrepasaba con holgura entre los 4 y los 20 millones de habitantes (las cifras, a día de hoy, siguen dependiendo del historiador de turno). Habitantes los mexicas, por cierto, a los cuales se educaba desde los ocho años para la guerra. Claro que es fácil obviar (o simplemente es lastimoso ignorar) que ya entre Aztecas y Tlacaltecas se estaban masacrando y dando de cuchilladas de obsidiana y mordiscos muy panchamente antes de que los españoles llegaran. Porque España (aunque alguno se lo crea) no llegó precisamente a esa América que nos cantaba Nino Bravo: feliz, adormecida, paradisíaca y sosegada, donde los nativos vendían batidos de coco y las nativas danzaban con una piña colada por las orillas de la playa...

["Ni Hernán Cortés ni Colón, ni ningún otro conquistador, llegaron a un mundo de gente inocente: estático, eterno y pacífico"]

España no arribó a un continente mojigato, paleto, tonto ni analfabeto, que es lo que quieren hacernos creer los "sabios" del Gran Genocidio. España arribó a un Continente con sus reyes, con sus reyezuelos, con sus ministrables, con sus jerarquías, con sus religiones, con sus status sociales, con sus pirámides de poder, con sus luchas internas, con sus guerras, con sus conquistas y con su sed de Poder.

["Los mexicas eran un pueblo guerrero, y su propio Imperio se formó gracias a sus conquistas militares"]

Si el español pensaba que engañaba al nativo cambiándole espejos y tijeras por granos de oro, era el nativo a la vez quien pensaba que el tonto era el español, que le ofrecía originales y desconocidos "souvenirs" a cambio de algo que para ellos no eran sino guijarros carentes de valor (su moneda eran las semillas de cacao)... Es como cualquier clase de timo, donde no se sabe si el más condenable es el timador que se hace pasar por tonto o el timado que quiere aprovecharse del tonto incauto.

["Los españoles eran, por supuesto, conquistadores; como lo fueron en su día vikingos, godos, romanos, árabes, griegos, macedonios, persas- y después- ingleses, holandeses, franceses, alemanes y rusos. Y al igual que todos esos guerreros, llevaban consigo SUS IDEALES"]

¡Claro que sí...! ¿O acaso se le ocurre a alguna mente medianamente amueblada pensar que el Imperio Romano -cuyos herederos más directos somos nosotros- no hubo antes de pasar sobre celtíberos, lusitanos, astures o cántabros? ¿Quiere alguien reivindicar por eso sus raíces celtíberas? ¿De veras? ¿Nos volvemos por eso al monte a cenar jabalíes y bellotas? ¿Despeñamos por eso a los condenados a muerte desde una roca? ¿Abandonamos y colocamos a nuestros enfermos al lado de un camino, hasta que perezcan o hasta que pase alguien que conozca algo de su enfermedad? ¡Oh, sí...! Volvamos a las raíces que nos robaron, con alegría y despotricando de Roma, la invasora, la colonizadora, la genocida, la masacradora.... ¡bellotas para todos! ¡Somos celtíberos...! ¡Recuperemos nuestras raíces! Quizás en algún pueblito de España, aún quede un celtíbero al que catalogar como especie protegida.

¿Conquista? ¿Invasión? ¿Genocidio? ¿Masacre? ¿Violencia? ¿Sangre?

["Los europeos del siglo XVI no sabían nada de las ideas que tornan tímidas y vacilantes nuestras opiniones sobre la Justicia: las dudas acerca de la responsabilidad de un criminal, la convicción de que la sociedad es cómplice del criminal, el deseo de reformar en vez de infligir dolor....; estas nociones, no existían ni entre los castellanos ni entre los nativos de América"]

["En aquella época, los españoles no podían haberse comportado de otro modo"]

Como dije al principio, no se puede pretender entender la Historia si no somos capaces de trasplantarnos al pasado. De meternos en la piel de quienes la vivieron en primera fila. Porque si no tenemos esa capacidad de empatizar, solamente aprenderemos de la Historia nombres, batallas y fechas: pero no aprehenderemos nunca su esencia, no sabremos nada de sus protagonistas, de lo que sentían y de por qué lo sentían, del Mundo que les tocó vivir... sin elegirlo.

Y para todos aquellos indispuestos con una Historia de España que no logran entender, para todos aquellos justicieros de tebeo, para todos aquellos "liprepensadores" que se apuntan a la moda fácil de vituperar a España llegando al punto de ponerle etiquetas de Buenos o de Malos a sus mismísimos ancestros... para todos estos españolitos que al mundo han venido y que al mundo han de venir (aunque estén viniendo últimamente prefabricados e incluso programados), para todos ellos, que son amantes de frases sueltas que otros les extraemos de los libros que leemos, para todos ellos o para todos nosotros:

"España es el país más fuerte del mundo. Los españoles llevan siglos intentando destruirla y todavía no lo han conseguido".