lunes, 11 de enero de 2016

-- Sobrepeso de Ego por Navidad.

     De entre los mensajes más GILIPOLLAS que puedes encontrarte en Facebook por estas fechas (y mira que hay gilipolleces durante todo el año, que aquí en las redes sociales cualquier gilipollez gastroinstentinal sienta Cátedra...); de los mensajes más tontos que leo, hay uno que me encanta. Uno que viene a decir lo siguiente: "NO MOLESTAROS EN FELICITARME LAS NAVIDADES NI EL AÑO NUEVO. SI NO OS HABÉIS ACORDADO DE MÍ EN TODO EL AÑO, ¿A QUÉ VIENE ACORDAROS AHORA?"

     Algo así viene a decir la gilipollez de turno, que se ve que las Fiestas Navideñas -a más de cariñosos- nos vuelven gilipollas con vuelta y vuelta. Y doraditos por arriba.

     Pues mira. Para empezar, si nadie se ha acordado de ti en todo el año será porque tampoco tú te has acordado de esa persona durante todo el año. Que los sentimientos, no hace falta ser psicólogo ni erudito ni bien leído, son y suelen ser recíprocos. Boomerangs que si lanzas vuelven y si no lanzas, no vuelven. Quizás, pues, el problema sea tuyo. O tan tuyo como el del otro. O tan del otro como mío. 

     Por otra parte, yo felicito a quien me da la gana, a quien pillo por estas fechas y son precisamente estas fechas las que me hacen pillarlo... (porque el resto del año, me ignoran o ignoran a todo el mundo). Yo felicito por inercia, yo felicito porque no hace falta ser santo ni ser mejor persona para sentir que estas fechas nos hacen sentirnos un poco más unidos que cualquier fecha del año. Nadie felicita la Feria. Nadie felicita la Semana Santa. 

     Yo felicito porque el hecho de felicitar por estas fechas, es quizás como lanzar un guante.... para que lo cojas y podamos el año que entra tomar ese café, esa cerveza o esa copa que durante todo el año los dos ignoramos. 

     No me siento mal, no, por mandarte en estas fechas un  mensaje de Felicitación. Para mí, es algo normal e incluso demasiado educado para lo que tú te mereces. 

     Lo que es de maleducado y de poca vergüenza, es que pongas en tu muro que no aceptas la Felicitación de quien no se acuerda de ti en todo el año...  El afecto, la empatía, la sinceridad, el cariño, el apego o la estima, no es un toma y daca. No es mercancía. No es moneda de cambio. Ni siquiera cotiza a la par o tiene altibajos bursátiles. Lo das o no lo das. Lo recibes o no lo recibes.... Pero nada te obliga ni a exigirlo ni a devolverlo. 

     Conque a todos los que comparten el susodicho cartelito de: "NO MOLESTAROS EN FELICITARME...."

     A todos ellos, Felicidades. Feliz Navidad. Feliz Año Nuevo. Feliz Día de Reyes. 

     Y si tuviera tan poca clase y tan poca cortesía como ellos, ya podría añadir un "NO MOLESTAROS EN..."

     Pero a veces rectificar, me da la sensación de que es de tontos. Y no me apetece, en fechas tan señaladas, terminar señalando.