Pues hoy toca anécdotas, que en un blog con ciertas pretensiones humorísticas no deben de faltar.
Es la segunda entrada que hago sobre anécdotas, con la idea de que de aquí a unos 150 años el blog, finalmente, quede estructurado en una serie de apartados que engloben temas como "humor negro", "sátiras", "poemas", "diario", "artículos" y "anécdotas", más o menos.
Quien dice 150 años dice 200... pongamos 180, total. El caso es que cuando no existan blogs, el mío pueda sobrevivir convertido en onda espacial que quizás algún tipo con dos tentáculos en el lugar de las orejas encuentre en cualquier paseo sideral, para mayor divertimento de su especie.
Conque al tajo.
Eugéne Scribe (dramaturgo francés, 1791-1861).
Un escritor que empezaba a hacer sus primeros pinitos literarios, le entregó a Eugéne Scribe una de sus obras teatrales, para que le echara un vistazo y le diera su docta opinión.
Eugéne leyó la obrita y se la entregó a su autor con una nota que decía: "estimado amigo, solamente puedo darle un consejo: no escriba tonterías hasta que no sea usted una celebridad".
Igor Stravinsky (compositor ruso, 1882-1971).
Una productora de cine le propuso al famoso compositor que le escribiera las partituras para la banda sonora de una película, partituras por las que estaba dispuesta a pagarle más de 5000 dólares.
El compositor denegó la oferta, aduciendo a que no era cantidad de dinero suficiente que pudiera pagar su trabajo.
La productora le envió una carta en la que le aseguraba que 5000 dólares era la cantidad máxima que se había abonado jamás a cualquier compositor que hubiera trabajado para ella.
Y el gran Igor Stravinsky les respondió: "todos los compositores que han colaborado con su productora, me consta que eran hombres de gran talento. Pero como yo carezco de talento, entiendan que me costará mucho más trabajo que a ellos hacer lo que me piden."
Lloyd George (político británico, 1863-1945).
En un discurso electoral, el político inglés soltó varias frases ciertamente duras y fueras de tono contra las mujeres inglesas. Una de ellas, razonablemente indignada, le increpó con estas palabras:
-- Desde luego, señor, si fuese usted mi marido le daría veneno en el café.
A lo que Lloy George, sin alterarse, le respondió:
-- Si yo fuese su marido, me lo tomaría voluntariamente.
Pepe Alcañices, duque de Sesto (alcalde de Madrid, 1825-1909).
A don Pepe Alcañices, se debió la instalación de los primeros urinarios públicos que hubo en Madrid. Y a la par que los inauguró, dictó un bando por el cual se impondría una multa de dos reales a todo aquél que fuera sorprendido orinando en la vía pública.
Un periódico de la época, publicó entonces esta cuarteta:
"Dos reales por mear,
¡Dios mío, qué caro es esto!
¿Qué cobrará por cagar
el señor duque de Sesto?"
Y con esta pequeña miscelánea anecdótica, os dejo hoy. Las anécdotas, para mí, son una manera curiosa de acercar el ojo o el oído a la cerradura de la Historia.
-- Anécdotas literarias.
-- Toros y huevos fritos.
-- XX Aniversario Sevilla Expo'92 (anecdotario personal).
Lloyd George, me quedo con ese, bestial :D
ResponderEliminarSí, debió de ser todo un personaje el tipo. Las anécdotas, entre otras cosas, nos dejan una firma muy personal de quien la protagonizó. Una pincelada de su carácter.
EliminarUn abrazo, compañero.
La de Duque de Sesto (qué raro se me hacía de pequeño pasar por esa calle sin preguntarle a alguno de mis progenitores por qué estaba mal escrito el cartel) nos la contaba mi abuela partida de la risa. Gracias por el recuerdo.
ResponderEliminarY la que menciona Dess, la de Lloyd George, ¿no se la han atribuido muchas veces a Bernard Shaw?
En fin, gracias por todas ellas.
Gracias por tu comentario. La verdad es que son muchas las mismas anécdotas que se atribuyen a distintos personajes. Y a veces, hasta a personajes tan dispares que uno no se explica que les puedan quedar "clavadas".
EliminarUn placer tu visita por aquí. Recibe un cordial abrazo.
Es cierto que es muy buena la de Lloyd George, pero la primera tampoco tiene desperdicio.
ResponderEliminarBuenísimas. Muchas gracias por la selección.
Un abrazo.
Gracias a ti, de nuevo, por tu visita y tu comentario. Es mi preferida, también, la misma que tú eliges. Todo un despliegue de sutileza, ironía y crítica solapada.
EliminarUn abrazo.
Si un extraterrestre encuentra tu blog dentro de unos siglos por ahí pululando tendrá mucha suerte, se llevará una buena impresión de lo que fuimos los humanos, impresión sesgada y equivocada, con lo que hay por ahí llamado humano también, por lo que ojalá sea el tuyo el que encuentre, mira que si encuentra alguna emisión del "Sálvame" la impresión que se puede llevar.
ResponderEliminarMe quedo con la anécdota de Stravinsky, respuesta inteligente y pues eso, lo que a nosotros nos va, con su toque de ironía.
Un besazo
Joder, no quiero pensar que un extraterrestre encontrara una emisión perdida de Sálvame. Nos tomaría por alguna especie unos milenios por detrás del Cromagnon más bruto y destartalado.
EliminarUn fuerte abrazo, mi admirada amiga mía.
Yo también Stravinsky, sin duda alguna. (Espero que encuentren tu blog, por eso comento, para que los de los tentáculos en las orejas sepan que existí). Beso, si molesto, es culpa de Inma que te pone entre sus sugerencias y yo a ella le hago mucho caso.
ResponderEliminarEste post no es referente de lo que el caballero escribe, coge uno de los que él dedica a sus opiniones sobre uno u otro tema, y verás, te reirás un rato.
EliminarBesos Marga desde aquí también
Amiga Marga, ¿cómo piensas que puede molestar una visita y un comentario, cuando es la remuneración mejor recibida de quienes escribimos en un blog? Anda, anda. Molesta todo lo que te apetezca, cielo, que los comentarios es la guarnición perfecta de todo artículo. Recibe mi más sincera gratitud y un fuerte abrazo.
EliminarConfiésalo. No sabías que escribir y te pusiste a reproducir anécdotas históricas. Está muy bien. Son muy divertidas, pero reconoce que te levantaste vago, no pasa nada.
ResponderEliminar¿Es el club de los vagos?
Sí, entre usted.
No por favor, a mí que me entren.
Un saludo don Jesús.
Por los pelos, amigo, por los pelos...
EliminarPero no.
Lo malo de pretender escribir en son de humor, es que cuando escribes en serio nadie suele creerte. Y precisamente el principio de este artículo sobre anécdotas, no dice otra cosa que la verdad.
Solamente llevo tres meses en esto, amigo, y te aseguro que me gustaría ir "encajonando" cada entrada en un determinado asunto.
Si es que es lo que digo al principio.
Te confesaré un secreto: tengo las espaldas cubiertas por espacio de unos tres meses... He aprendido a dosificar.
Palabra.