Es lo que más quiero del mundo, y que el resto del mundo me perdone.
Ha llegado del colegio, me ha besado, ha guardado su mochila en un rincón con solamente una patada. Se ha cambiado, se ha lavado las manitas y se ha sentado en un extremo del sofá.
No ha puesto la tele. Yo en un extremo del sofá y ella en el otro.
Ha ido deslizando su culete sobre los cojines, hasta arrimarse contra mi cuerpo. Me ha cogido la mano. Me ha mirado. He pensado, "¡ay, ay...!"
Y efectivamente. Estaba escrito. Hoy era el día...
-- Papá.
-- Mi cielo.
-- Papá. A ver. ¿Los Reyes existen o no?
Confieso que me pilló leyendo el periódico, con lo que en principio respondí:
-- Pues claro, mi cielo. Existen. Se caen, se operan, cazan elefantes, se operan, tropiezan, se operan, estrenan muletas con claxon incorporado, se operan, chocan con los abetos de palacio, se...
-- ¡Papá! ¡Los Reyes Magooooosss....! ¡Digo los Reyes Magos!
Hoy era el día, ya lo he dicho. Ese día que sabemos que llega tarde o temprano, pero llega.
Dejé el periódico a un lado, respiré hondo, encendí un cigarrillo y me dispuse a enfrentarme a lo inevitable con la entereza que me caracteriza.
-- ¡Cariño...!
Pero mi santa esposa estaba en la cocina. Siempre desaparecen cuando más se las necesita. Almorzar, al fin y al cabo, se puede almorzar a otra hora, pero...
-- Es que dicen mis amigas que los reyes sois los padres. Y yo creo que es verdad. Es que no puedo creerme que... Bueno, dime... Papá...
-- ¿Y vas a creer a tus amigas antes que a mí? -la sonrío.
-- Es que ya el año pasado te oí a las cinco de la madrugada gritándole a mamá que dónde había que ponerle las pilas al Nenuco Cagoncete... No os dije nada para no disgustaros, papá.
-- Bien, bien, mi reina. Bien. ¿Nenuco Cagoncete...? Sí. Ya. El año pasado... Sí. Bien. Bueno. Los Reyes Magos... Tal y como la tradición o la cultura cristiana explican que...
-- ¡Papá! ¡Que sois vosotros, los padres! ¡Ya está! Si yo ya lo suponía...
-- Sí, pero no quiero que pienses que... En fin... Se dice los Reyes pero en verdad... ¿Nenuco Cagoncete era? Bueno... Bien...
-- Vale, papá.
-- Pues eso, cielo, lo que te he explicado. ¿Te pongo la tele?
-- No. Quiero hacerte otra pregunta, papá.
-- ¡Cariño...!
No entiendo que haya que encerrarse en la cocina para cocinar, la verdad. No me explico que...
-- ¿Entonces Dios tampoco existe?
-- Bueno... Dios, Dios... Tú te refieres a Dios. Bueno. Dios es... ¡Dios! Dios es Dios. Que no existan los Reyes o que tú -¡porque lo has dicho tú y tu pandilla de amigas!- nieguen la existencia de los Reyes Magos, no significa que Dios... Dios... Vamos, que Dios existe. ¿O es que no puede existir tampoco? ¡Claro! ¡Vais de listillas... tú y esa amiga de las trenzas que tiene un padre con cara de tomate! Pues Dios existe.
-- Pero yo nunca lo he visto.
-- ¡Jaja! ¿Es que tiene que bajar Dios también a ponerle pilas al Nenuco Cagoncete para demostrarte que existe? ¡Eh? ¡Eh? Ya se las ponen los... Se las pongo yo. Dios existe y punto. No se ve. No se nota. No se siente. Es como ...
-- ¿Como una compresa?
-- ¡Dios...! ¿Pero ya tú...? ¡Cariño! ¡Cariño!
-- Mamá está en la cocina, papi.
-- ¡Exactamente! ¡Pero que esté en la cocina no significa que no me escuche! ¡Cariño...!
-- Vale, papá. Te he entendido. Quieres decirme que es como Dios... No se ve, pero se sabe que está ahí. No te oye, pero puedes llamarla, ¿no?
-- ¡O gritarle! ¡Cariño...! ¡Puedes gritarle y no te contesta pero sabes que está ahí! ¡Cariño! ¡En la cocina!
-- En el cielo, ¿no?
-- ¡En la cocina! ¡En el cielo...! Dios está en el cielo si... ¡Cariño...!
-- Papá. Papá. Que ya te he entendido.
-- Pues eso... Lo que te estoy explicando. ¿Te has lavado las manos?
-- Yo ya me di cuenta sola de que el Ratón Pérez no existía. De que mamá me dejaba un regalo debajo de la almohada cuando yo...
-- ¡Hemos estado en casa del Ratón Pérez! ¡En Madrid! ¡Lo has visto con tus propios ojos! ¿Cómo me dices ahora que...?
-- ¿Te estás enfadando, papá?
-- ¡No!
-- Y entonces por qué...
-- ¡Cariño! ¡Cariñooo...!
-- Está en la cocina, papá.
-- Sí, sí... Bien. Los Reyes Magos... Nenuco Cagoncete. Dios... Compresas. Ratón Pérez... Hace pocos siglos que quemaban por herejes a gente como tú, mi niña. Bueno. Ya vale, ¿no?
-- Y cuando la abuela me decía que la cigüeña traía...
-- Para nada. Pura relación sexual.
-- Ya. Lo de los genitales y los espermatozoides y los óvulos y...
-- ¡Cariñoooo...!
-- ¿Sabes que solamente un espermatozoide de entre cientos de millones...?
-- ¡Cariño...!
Pero en ese momento me vuelvo y la cojo de la mano y la miro a los ojos.
-- ¿Qué dices, niña? ¿Qué me hablas? ¿Que solamente uno...?
-- Solamente uno llega a fecundar el óvulo, papá.
-- ¡Venga ya!
-- ¡Sí...! ¡Lo dimos el año pasado!
-- Pero.... ¿y los demás? ¿Y...? ¿Cómo...?
-- ¡Mamá....!
-- ¡No te escucha! ¡Mamá está en la cocina! ¡¿Cómo quieres que te escuche?! Pero dime. ¿Quieres hacerme creer que de cientos de millones de espermatozoides solamente uno fecun... fecunda...el óvulo?
-- Exactamente.
-- Espera, espera. Entonces me estás diciendo que...
-- ¡Mamá....!
-- ¡Quiero saber la verdad!
-- ¡Mamá...!
-- ¡Está en la cocina! ¡No te oye! ¡Exactamente igual que si fuera un espermatozoide de esos que no...!
-- ¡Mamá...! ¡Papá no me dejaaaa! ¡Mamiii...!
No me lo podía creer. Cientos de millones de espermatozoides pugnando por un mismo objetivo. Y yo que creía que era solamente uno. O dos, a lo sumo. O sea, que cualquiera de ellos... O sea, que el único que alcanzó la meta... O sea, que los restantes... ¿Y si yo no...? ¿Y si el esperma que me dio forma no hubiera llegado a... ? Entonces yo...
De pronto sentí que la vista se me nublaba. Me entró un vértigo grande por el cuerpo. Y antes de desmayarme, aborrecí a mis padres que me criaron entre mentiras y cuentos, sin explicarme nunca nada, entre fábulas y nanas de ensueño, dándome a entender que me esperaban exactamente a Mí.
-- Se ha desmayado de pronto, mami -escuché la voz de mi hija, muy lejana.
-- ¿De pronto?
-- Le dije que los Reyes Magos no existen.
-- Ay, mi cielo. Déjalo estar. Cuando despierte, ni se te ocurra decirle que la mula y el buey tampoco anduvieron por allí. Tu padre se impresiona por nada.
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Ja ja, Jesuuuuuus, te digo lo mismo que a mi hija, los Reyes existen mientras tú quieras creer en ellos, cuando dudas se ponen tristes y desaparecen.
ResponderEliminarAh! Y el ratoncito Perez igual, tú no te preocupes, todo está bien.
Besos
Ay, hermana... Te aseguro que para mí sigue siendo el día más hermoso del año. La ilusión de los Reyes Magos es una ilusión en la que creo porque la vivo. La he vivido y la sigo viviendo. Cuando era niño porque era niño. Cuando era joven porque era joven. Y desde que soy padre... porque mantengo la tradición. Porque me despierto a las cinco de la mañana, con mi santa. Y preparamos el salón andando de puntillas, paquetes, regalos, juguetes, globos... Y medio mantecado y media copita de anís, porque se supone que se los tragaron los camellos (mí).
EliminarTengo 46 años y sigo creyendo en los Reyes Magos.
Un beso, mi hermana.
Es precioso y entrañable, yo no sé como he disfrutado más con ellos, si de niña o de mamá.
EliminarCreo que al final, al final, al final, al final de todo... ¡existen!
EliminarY por eso deben de llamarlos Magos.
Jajaja Me he reido tanto...
ResponderEliminarA veces es difícil, pero no dirás que no es divertido.
Un beso y ánimo. En mi casa los Reyes aun son innegables.
Llevas razón. Pero es como todo. Las cosas, en su momento, son difíciles... Y cuando el tiempo pasa sobre ellas, nos hacen gracia. Es siempre igual.
EliminarComparto contigo el gusto por el día de Reyes. En mi casa o por mejor decir en Mi Hogar, tando de hijo como de padre, se vive y se seguirá viviendo el día y la noche de los Reyes Magos.
Y sigo creyendo que existen.
Un beso, amiga. Y gracias por estar.
Sí amigo Jesús, es así de complicado. Y cuando nuestros hijos nos explican la verdad de la vida, no estamos preparados. En realidad, nunca estamos preparados para nuestros hijos.
ResponderEliminarY encima viene el Papa con lo de la mula y el buey. Mira que tiene hsitorias que explicar. Qué si la Virgen, que si la paloma, que quien se quedó con la carpintería. Pues no. La toma con dos pobres animalitos que dan calor en el pesebre.
Sin entrar en dogmas ni teologías, te voy a explciar por qué nació Jesús en Belén.
Aquí lo tienes:
http://merino1957.wordpress.com/2008/12/24/%c2%bfpor-que-nacio-jesus-en-belen/
Un abrazo amigo y que se te pase el susto. Algún día tiene que ser.
La verdad que lo de la mula y el buey sobraba en el relato. Lo he pillado de los pelos y pienso ahora que le quita el verdadero sentido que quería transmitir, que no es otro que lo que me comentas: que cuando nuestros hijos nos explican la verdad, ya no estamos preparados para aprender nada nuevo.
EliminarSimplemente eso. Has atinado.
Pero a lo hecho, pecho.
He visitado tu enlace (¡eso quiero! ¡compartir!), y en él ha quedado su pertinente comentario.
Gracias, Miguel.
A todo el mundo le mando saludos, besos o abrazos (depende). Pero a tí, a partir de hoy, te remataré siempre diciendo: te espero en Sevilla.
A lo que yo responderé como un judío de la diáspora: el año que viene en Sevilla.
Eliminareso espero, eso espero
EliminarTienes la cualidad de hacerme sonreír con tus relatos porque parodias muy bien lo que nos ha pasado a todos con las preguntas de los hijos.
ResponderEliminarA mi me gusta hablarles y explicarles, cuando eran más pequeños escuchaban muy atentos, cuanto más crecen menos escuchan pero a mi me sigue gustando hablarles y explicarles.
Lo de la mula y el buey está dando tinta :)El Papa lo que ha dicho realmente es que no se menciona a estos animalitos en la Escritura pero bueno, hay más cosas que no se mencionan, y por lógica se dan por supuestas ¿no? Vamos, que la mula y el buey se quedan, digo que si se quedan.
Besos
El diálogo con los hijos -¡y creo que hoy nos vamos enterando- es fundamental. Si no hay diálogo en la mesa, no habrá diálogo en la calle. Si no hay palabras ahora, no podemos pretender buscarlas mañana. Como soy muy sofista, soy de los que piensan que la verdad está en las preguntas y pocas veces en las respuestas. Y sí. Lo que he escrito lo he hecho con la sana intención de hacer sonreír... Pero también llevaba mi espinita dentro: saber que a veces los hijos nos enseñan más que nosotros a ellos. Y además, sin cuentos.
EliminarUn abrazo, amiga. Y gracias por tu comentario, que me hace feliz.
Los reyes magos es evidente que son mentira, lo sé porque los compro yo los regalos, y los del olentzero también, ahora, anonadado me quedo con las insinuaciones de que el ratoncito Pérez es mentira, pensar eso es un insulto a la inteligencia, el ratoncito es verdad, siempre ha hecho su trabajo y lo seguirá haciendo.
ResponderEliminarEs que nos ponemos a soltar paridas y al final va a resultar que también va a ser verdad que hay políticos corruptos, venga hombre, qué manera de vilipendiar :D
Excelente, sobre todo las llamadas a la madre, yo no tengo suerte tampoco, siempre me pillan solo para hacerme esas preguntas, lo de Dios, pues les dije que para unos, como su madre, existe, y para mí, por ejemplo, no, sobre el sexo pues eso, ya se lo saben de sobra y eso que son pequeñitas, ahora, reconozco que no tengo huevos para decirles que los reyes son mentira.
Abrazos crack.
Jaja. Siempre claro y contundente. Por eso se reconoce que eres tú, aunque no apareciera tu nombre.
EliminarEs solamente un post, un relato, una invención... por ahora. La verdad es que todavía no he vivido ese momento que describo. Si lo hubiera vivido, seguramente no sería capaz de describirlo. No soy capaz de escribir nada que haya vivido. O al menos, no considero un blog el sitio apropiado para confesarme. De todas maneras, sí me sirve escribir para prefigurarme a mí mismo... Para ver el futuro, en cierta medida...
Y sé que ese futuro llegará este mes o llegará el año próximo. Pero llegará.
Y cuando llegue... ya ni lo describiré ni lo tomaré a broma.
Por eso me aprovecho ahora.
Porque el Rey Mago soy yo... contigo.
Un abrazo, amigo.
Un fuerte abrazo.
Pues suerte tienes :D el otro día anda qu eno me las ví putas para explicarle a la mayor cómo podía salirle un bebé a las madres por la "pocholina", de hecho me juró que jamás tendría hijos, que debe doler mucho :D
EliminarEs que eres muy exagerado, socio. ¿Cómo puedes decirle eso a los niños...? Mira. Lo de la cigüeña, hasta los 32 años, siempre lo encontré más convincente a que yo hubiera podido salir "por ahí". Y más con las gafas y el cigarro encendido. Es que no me entraba en la cabeza.
EliminarUn abrazo.
Yo no he llegado aun a eso ompare, pero me gustaría montarmelo con mi niña tal y como lo hicieron mis padres conmigo, que el menda acá presente, tenía 11 años y peleaba con todos los colegas del colegio por los reyes magos. Mi viejo se disfrazaba todos los años para dejarnos los regalos y claro, uno veia semejante rey negro ( mi padre medía como dos metros ) en el zajuan dejando los juguetes y como pa desconfiar jajaja.
ResponderEliminarEspero poder mantenerle a mi chocho esa ilusión durante muchos años, cuantos mas mejor, es algo muy bonito.
Un abrazo paisano!!
Claro que sí, paisano. De hecho, cuanto he escrito es solamente un relato que busca la sonrisa... Todavía mi hija, a día de hoy, cree en los Reyes. Pero ya sabes. El año que viene sabrá la verdad, y escribiendo esta entrada me he ido preparando para ello... Me he ido poniendo en situación.
EliminarTambién guardo muy buenos recuerdos de los Reyes de mi infancia. Pero siguen siendo ellos. Los revivo cada año. Y es por eso que en el fondo seguimos creyendo que existen. Porque es más el espíritu que el regalo. Es más la ilusión que la realidad.
Es de los días del año que más me gustan. Porque la felicidad no puede regalarse: pero sí se puede contagiar.
Un fuerte abrazo, compañero, compadre, amigo.
Un abrazo para tu gente.
A mí también me parece que, habiendo niños, el día de Reyes es el más bonito del año. Hay que reconocer, no obstante, que se lo ponemos complicado a los pobres críos. Que si el ratoncito Pérez, que si los Reyes, que si la cigüeña… y lo de Dios resulta inevitable. Me parece que la cría es más lista que el hambre, así que cuando tenga clara la respuesta te agradecería nos la hagas saber. Así salimos todos de dudas.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús.
Jaja. Supongo que he condensado demasiado el relato y espero que las dudas sobre Dios (que a mi edad aún me reconcomen) no la atosiguen a ella ni a ningún crío demasiado pronto. Tiempo habrá. Las demás, desde el Ratón Pérez hasta los Reyes, pasando por la casita de chocolate y Blancanieves, se solucionarán en breve. La vida, a fin de cuentas, es un gran cuento.
EliminarY muchas veces, se hace preferible escribirlos que vivirlos.
Un abrazo afectuoso, compañero.
Y que viva la Ilusión. Porque conforme más cruda se torna la vida, más fuerte se hace Ella.
He llorado de la risa Jesús con tu entrada de hoy, yo te veía ahí hipervelntilando buscando la ventana más cercana, ha sido fantástico.
ResponderEliminarPero te diré que yo estoy de acuerdo con la idea de que los reyes y los magos viven en nosotros, que queramos hacer las navidades más especiales y llenas de sorpresas y detalles, eso es magia! Y nos lo trabajamos nosotros año tras año.
Además, que ya lo sepa, la incluye en el juego de los regalos y las sorpresas y la oportunidad de participar en ser ella quien regala.
Besitos!
Gracias por tus palabras, amiga. Cuando alguien me dice que hago sonreír o reír, es cuando más Mago me siento.
EliminarCon respecto a los Reyes Magos, sigo creyendo en ellos. Sé ya de sobras que no vienen de Oriente ni montan camellos, pero es porque he descubierto algo mucho más maravilloso: que viven en el corazón de cada cual.Viven cuando somos hijos y viven cuando somos padres.
Viven cuando nos brillan los ojillos por la mínima tontería que la vida nos de o nos prometa... Viven.
Un beso, preciosa.
lo de los espermatozoides ha estado BRILLANTE jajaja, no podemos criar niños tan espabilados...
ResponderEliminarMira mi mayor tiene 6 años (se hace la tonta pero algo sabe) y la pequeña de 3 años no sabe nada.
Hace dos semanas fuimos al carrefour y como ahora no hay quién se entere con los regalos que piden, pues me dije me voy por los pasillos de los juguetes y voy apuntando los que van diciendo y despueés de hay la rey maga hace selección porque yo ni de coña les compro todo lo que quieren, me da igual, los arrinconan a los diez minutos y yo les incorporos libros, juegos didacticos y ropa que me hace falta .... bueno que me desvío del tema, total que dijo una moster hill o como se llama, una más fea que picio pero tenia que ser esa mamí eh! no escribas otra que veas que sea negruzca que no la quiero quiero ESTAAAAAAAAAAAAAA, total que vecino ví que habían solo DOSSS putas muñecas, y total que habilmente le hago un guiño a mi marido para que se las lleve a jugar a la psp o como se llame eso y total que debajo de la compra metí la p.... muñeca. Iba contenta porque el año pasado ya me la pidió .. bueno se la pidio a los cafrés de los Reyes Magos y no la pudieron conseguir ... total que como el pariente esta en la inopia le digo en código morse, AL TRASTEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! total que nada eso quedó así.
Al día siguiente se fueron con las bicicletas y Candela abrió el trastero y que vio en primer plano centraica y bien colocada nada más abrir la puerta del trasteroooooooooooooooooooooooooo, si si, querido vecino, la p... muñeca de la leche.
Cuando vino de darse la vuelta me dice mamá me ha dicho papa que no te lo diga pero sabés que hay alguién que ha comprado la muñeca que yo quiero para Reyesssssssssssssssssssssss.
no es para matar al parienteeeeee!! será pavoooo por no decir más palabrotas que hoy voy servida aquí.
conclusión, he ido al carrefour mal que me pese y la he devuelto, no se la van a traer los Reyes, pero antes muerta que se entere este año que los Reyes Magos es el cafré de su padre y la loca de su madre, jajajajajajajaa.
tu post es la leche. Un beso vecino, otro a la parienta (que hizo bien de quedarse en la cocina seguro que no oyó nada jajaja) y tu pequeñaaa que vecino ya no es tan pequeña, uffff
Eres maravillosa, vecina. Me encanta leerte. Y que hagas de una entrada casi un post, lo considero todo un elogio y un regalazo de tu parte. Porque los post de tu blog le pertenecen a todos, pero los comentarios que me dejas los considero míos. Como si fuera un regalo muy personal que perdurará en mi blog por los siglos de los siglos... o hasta que dure el blog.
EliminarPor el defecto de visión que tiene mi hija, nunca nos ha sido muy difícil a la madre ni a mí comprarle los reyes en las mismas narices (pobrecita mía), pero sí me ha recordado tu anécdota a mi edad infantil, cuando encontré en el altillo de un ropero (siempre he sido una criatura muy inquieta y trapecista) una caja con el castillo de los clics de Famobil que había pedido para Reyes... jaja. No sé cómo solucionaron mis padres la papeleta. Pero bueno, no debieron hacerlo demasiado mal cuando -según me parece recordar- la verdad de los Reyes me la confesaron dos días antes de irme al servicio militar.
Un beso, preciosa. Y a tus bellas hijas, les deseo los días más hermosos de sus vidas y la noche más mágica de toda su existencia.
Y a tu santo esposo, que aciertes con la colonia.
Besos a todos.
Eres absolutamente gneial. Me he imaginado la escena y de verdad que es genial.
ResponderEliminarYo te tengo que decir, que seguro que este año lo postearé, pero te daré la primicia.
El Consorte se hizo taaaanto el tonto, que a los ocho años, Papá Noel le mandó un telegrama diciéndole que no existía, que eran los padres y que se dejara de pedir juguetes de cientos de dólares :P (Mi suegro era un cachondo mental)
Verídico.
Besazo
Tu suegro era un poco bestia y perdona. Un famoso actor de cine (ay, no recuerdo cuál, pero de los años 50) refería en sus memorias que eran muy pobres, que una noche salió su padre al jardín con la escopeta, que escuchó un disparo, que su padre volvió a entrar en casa con la escopeta humeante y que le dijo:
Eliminar-- Puedes acostarte. Acabo de matar a Papá Noel.
Joder, qué crudeza. Lo leí hace años pero me impactó.
Yo creo que todo lo que sea mantener la ilusión de los críos, es bueno... Porque cuando descubran la Verdad, ya no habrá nadie que borre de sus corazones los bellos recuerdos. Y de hecho, se implicarán para seguir transmitiéndolos, como hacemos ahora nosotros.
Y así, así, así, desde que el mundo es mundo, siempre llevaremos dentro la capacidad de regalar o contagiar Ilusión.
Y es lo más hermoso que hay.
Un besote, preciosa, y gracias.
Hace tres años que mi hijo sabe la versión oficial, es decir que los Reyes son los padres, pero vamos, que no, que los Reyes son los Reyes, por que son magos y porque sí. En mi casa vienen el día 6 de enero como siempre ha sido, para mayores y para pequeños, y hasta cuando no había niños, venían ese día, ni antes ni después. Los he visto, puedo decir que hasta los conozco, y siempre será así. Besos
ResponderEliminarAna
Pues compartimos lo mismo, amiga. En mi casa, Los Reyes son los Reyes... con todos sus aditamentos y toda su parafernalia. Desde la cabalgata hasta el acostarse temprano y hasta el dejar sobre la mesa camilla del comedor un vaso de agua para los camellos, tres polvorones y una copa de anís (la copa de anís, no sé por qué, es la única que amanece vacía).
EliminarAsí lo he vivido y así lo vive mi hija. Y que así sea por siempre... porque reyes no sé si habrá, pero Magia sobra por cada rincón.
Un besote y gracias por tus palabras.
Me ha encantado la escena y esa urgencia del padre en un principio por pasar la bola a la madre y lavarse las manos como Pilatos... ya va siendo hora de que muchos afronten con responsabilidad el tener una conversación en serio con sus hijas, que se van a casar y les siguen diciendo las cosas de cuando eran niñas. Un poco exagerado, si; pero en el fondo, totalmente cierto.
ResponderEliminarSi te ha encantado, me haces feliz. Te agradezco que me lo digas porque es lo que pretendo, entretener y hacer pasar un ratillo a gusto.
EliminarEs curioso lo que dices sobre afrontar responsabilidades y hablar en serio con las hijas (supongo, que con los hijos también). Es curioso porque en mi caso (o en mi casa) mi hija habla con su madre de todo, como debe de ser... pero sin embargo, sus inquietudes o sus problemas más personales los suele hablar conmigo. Y es algo que es corriente, por lo que llevo andado, pero que no deja de resultarme curioso. Supongo, claro está, que cada persona es distinta y cada casa es un mundo aparte.
Un abrazo, preciosa, y gracias por tu comentario y tu visita.
En mi familia, se sigue viviendo el día de los Reyes Magos con una ilusión tremenda a pesar de que ya todos somos muy mayorcitos. Y esa tradición seguirá con mis hijas porque para ellas también es el más especial, fíjate que con la edad que tienen siguen poniendo leche para los camellos, la copita de anís para Baltasar y los zapatos para que los llenen de caramelos.
Todos seguimos esperando el sueño de los demás para que aparezcan los regalos.
En cuanto a la impepinable pregunta de los niños, ten en cuenta que cuando les aparecen los primeras dudas, es cuando empiezan a prestar atención a lo que dicen sus amigos y es entonces cuando están preparados para saber la verdad de boca de sus padres sin engaños, pero adornando un poco.
Sólo tienes que decirla la verdad.... ¡CLARO QUE EXISTEN¡
Estupendo post. Besos.
¿Estupendo post? Yo mido el valor de un post en la calidad de sus comentarios.
EliminarY los tuyos y los de tantos, nunca me defraudan.
En mi casa, como ya comento más arriba, los Reyes Magos siguen existiendo. Para mí, nunca dejaron ni dejarán de existir. Y sí. Cabalgata, caramelos, agüita para los camellos, polvorones para los reyes y una copa de anís que nunca se sabe con certeza quién se la bebe (por mucho que mi mujer sospeche de mí).
Pero todo es tal y como yo lo he vivido.
Y no. Cuanto escribo, ya lo he comentado muchas veces, no tiene o tiene solamente un poco que ver con Mi Realidad. Mi hija, todavía cree en ellos...
El año que viene, ya seguramente que no.
Y ahora lo verdaderamente heróico, será convencerla de que no pero sí...
Sí, cielo, le diré.
Tengo 46 años y ahora más que nunca creo.
Un abrazo, preciosa, y gracias por compartir ilusiones.
Felicidades, hermano; como siempre, genial. Con ese toque de humor que sólo tú sabes dar, haces que parezca todo más sencillo de lo que es en realidad; pero la verdad es que con los críos y sus dichosas preguntas, más de una vez te encuentras en situaciones en las que te gustaría que te tragara la tierra. Por cierto, aún te queda por pasar esa etapa en la que empezará a salir con chicos (creo que es una de las más temidas pòr los padres, sobre todo, si tienes hijas, como es tu caso y el mío); pero no te preocupes demasiado, porque seguramente, antes de que tú le expliques nada, te dará una buena lección sobre métodos anticonceptivos. En fin, paciencia y buen hacer. Un besito.
ResponderEliminarBienvenida, hermana, a la sección de comentarios. Como eres mi hermana, con pocas palabras me basto. Ya sabes que cuando escribo, pocas veces soy yo. La niña todavía cree en los reyes. En otras entradas, la niña tiene cinco meses. En otras, son dos niñas. En otra, es un niño. En otra, me encuentro una carta. En otra, me pilla un camión. Tú me conoces y eres quizás, de todos cuantos me leen, la única persona que sabe lo que hay de verdad o de cuento en lo que escribo.
EliminarPero de cuento en el buen sentido.
Cuento en el sentido de crear algo que ni existe, ni existió o que, al menos, no ha llegado todavía.
Con respecto a la etapa que habrá de llegar en que empiece mi hija (tu sobrina) a salir con chicos, ya me estoy preparando... De hecho, estoy volviendo a salir con chicas para poder hablar seriamente sobre el tema.
Jaja.
Un besote, mana.
A mano derecha de este blog, encontrarás un apartado que dice "BLOGS A LOS QUE SIGO", o más o menos.
Échales un vistazo porque si los tengo ahí, es que merecen la pena.
Besotes y gracias.
Jajajajaja!! Que buena! buenísima!!! lo que me he reído!
ResponderEliminarY ahora vamos a ponernos serios.
La próxima vez que tu hija te pregunte le pasas le pelota no a tu mujer si no al tal Benedicto ese; él es el que nos ha desmontao todo el Belén!!! A partir de aquí....cualquiera se cree el resto....
Besos
Jajaja. Menos mal que los papas duran menos que las papas... valga la redundancia epiléptica. Porque si el Benedicto nos aguanta dos años, se viene de visita a Cataluña, se hacer amigo del Mas y terminamos al final poniendo un mojón sin caganet en el portal.
EliminarGracias por tu comentario, cielo.
Y no dejes nunca de sonreír... que es de lo que se trata.
Al comenzar a leer pensaba que esta entrada me haría recordar tiempos pretéritos, cuando yo mismo descubrí -con ayuda- los secretos de la vida. Pero no. Ha sido mucho más que eso. Primero una sonrisa, poco después una franca carcajada y, finalmente, incredulidad: ¿cómo este tío puede ser tan jodidamente bueno? Y encima leerlo es gratis (¡!). Al final va a resultar que no es tan malo este país.
ResponderEliminarUn post magistral, SUPERIOR, por si la modestia no te deja leer entre líneas.
Mira, boina, aquí vamos todos al paso. El lejía corre, el otro cava trincheras y tú me pegas saltos de un tejado a otro... Pero al final, todos hacemos el mismo trabajo.
EliminarTú sabes bien, que cada uno es cada cual. Y que cada cual mama de donde le han dado o de donde ha querido. Pero que a fin de cuentas, parir es un mundo...
Y escribir -lo sabes de sobras- es ponerle adornos a un sueño, pintar de rosa una pesadilla o colgarle abalorios a lo que ya has leido.
Me ha encantado tu comentario, ¡faltaría más...! Pero doy de lo que recibo. Y si un post mío te gusta, nunca te olvides de que me ha hecho falta leer otros mil post para hacerlo posible.
Porque aquí -¡no te escabullas!-, aprendemos unos de otros y no hay más vueltas.
Un abrazo... peazo de... De.
jejej que cheveree post! como hasta los 8 creí en papa noel y los reyes y en el bendito ratoncito perez, lo que es la inocencia O_O, y esas preguntas! jijjiji ponen a los padres a sufrir :D
ResponderEliminarme he sonreido muchooooo, bonito post!
Me alegro que te haya gustado. Me alegro que te hayas divertido. Me alegra que sonrías... porque aunque no te lo creas, tienes una sonrisa contagiosa.
EliminarEs un placer verte por aquí. Y como tal, te haré una confesión: "ella" todavía no sabe nada...
Y te hago otra confesión: "¿me lo creo"?
Besos, preciosa. Y gracias.
jajajaja buenísimo!!
ResponderEliminarLa primera sonrisa ha salido con lo de que los reyes existen, tropiezan, cazan, se operan de la cadera...tropiezan...XD
Y bueno, el resto, genial! y como le da la vuelta a la tortilla...empezando el padre a hacer las preguntas a la hija...
Te sigo!!
Me alegra que te haya gustado. Y me alegra que visites mi blog y dejes tu comentario... A todos nos gusta saber que lo que escribimos puede terminar gustando.
EliminarMuchas gracias... Porque hacer sonreír, es una cosa que me encanta. Aunque para ello tenga que inventar un mundo.
Un afectuoso abrazo, amiga.
Da igual lo que te digan, da igual lo que hagas. Al final la sensación de que no lo hiciste bien, sera la que quede....
ResponderEliminarLos hijos es algo muy difícil y cada uno es un mundo en si, lo que para uno vale, para el otro es nefasto.....
En fin acertar, cuestión de muchas cosas, el sentido común y la capacidad para entender que dios nos haya dado...nuestras unicas ayudas y eso lo dice un padre de familia muy numerosa...Cuidate
No es tanto la sensación de no hacerlo bien, sino la sensación de no hacer las cosas en el momento adecuado.
EliminarLos hijos es un tema difícil, claro está. Y es bueno que sea así, porque a veces nos dan un baño de sabiduría o de humildad... que siempre viene bien.
Saludos, compañero. Y mi admiración sincera para un padre de familia numerosa: porque imagino lo que ello conlleva.
Pero pienso que lo hacemos siempre lo mejor que podemos.
Un abrazo y gracias por andar por aquí y dejar tu comentario. Salud para todos.
Gracias, compañero. No dudes que iré a visitar tu blog, comentaré qué me parece y entablaremos una relación cordial y espero que duradera.
ResponderEliminarUn placer saberte por aquí.
Gracias, de nuevo, y hasta muy pronto.
Saludos.
JAJAJAJAJAA Pobre hombre jajajajajajaja creia que le esperaban a EL, jajajajaajaja buenisimo.
ResponderEliminarYo tuve que armarme de valor y decirselo a cara perro porque en el cole ya se reian de ella, tenía 11 años.El drama que se armó y claro luego me dijo... "Mamá y entonces... el papá noel y el ratón perez tampoco?" Casi me desmayo como este pobre hombre.
Bueno, es ley de vida. Y es cierto que tarde o temprano terminan enterándose antes por los amigos, en el colegio, claro está... ¡qué le vamos a hacer! A todos nos ha pasado.
EliminarDe todas maneras, el día de Reyes sigue siendo un día mágico que de una o de otra manera siempre nos encanta.
Saludos, amiga, y gracias por tu visita.
Jajaja!!! Pero si los niños son más listos que nosotros...
ResponderEliminarQué gracioso el relato!!!
Un besito Jesús
Los niños nos dan mil vueltas. Pretendemos darle un mundo mágico y parece que ignoramos que ya ellos lo traen de fábrica.
EliminarGracias, amiga, por tu comentario. Me alegro que te haya gustado el relato. Muchos besos.
:D muy bueno, muy bueno :D
ResponderEliminarMUchas gracias, preciosa. Un abrazo afectuoso.
EliminarNo imaginas la de veces que he leído y releído esta entrada, y siempre acabo con los ojos borrosos por las lágrimas de la risa que me provoca. ¡Ay, Jesús, en qué berenjenales te meten! jajaja. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por andar por aquí, preciosa amiga. Me alegra que lo pases bien conmigo... quiero decir, con lo que escribo. Besos ajim y ajim.
Eliminarescribes muy bien. Saludos
ResponderEliminarGracias, compañero. Intento hacerlo bien. Me gusta dar lo mejor de cuanto pretendo hacer, en este caso escribir.
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