jueves, 8 de diciembre de 2016

-- Juicio a Tadeo Sila.

   Todo empezó hace unas tres semanas y por ello hasta el día de hoy no he tenido oportunidad de escribir nada en este blog.

-- ¡El Estado contra Jesús Tadeo Sila! -enunció el Secretario-. Tenga la bondad de subir al estrado, señor Tadeo.

   Miré a mi abogado y él me sonrió intentando darme ánimos, conque me levanté muy seguro de mí mismo y tomé asiento donde me indicaban.

   El fiscal -un tipo gris con traje gris-  se puso entonces en pié y tras pasearse encorvado ante el Juez, se aproximó a mí, con las manos en la espalda y un labio montado sobre el otro, en actitud compungida y meditabunda.

-- ¿No es verdad, señor Tadeo -empezó a hablar, mirando al suelo, muy reconcentrado-, no es verdad que la mañana del 17 del pasado mes de noviembre, paseando usted con su hija por la Avenida de la Buhaira, sobre las diez más o menos... la abofeteó salvajemente porque ella, ¡su hija!, ¡una niña de once años!, tuvo la mala, la triste, la penosa y desgraciada fortuna de poner el pie en un charco? ¡No responda, por favor! ¡Calle! Déjeme terminar y hable solamente cuando se le pregunte -se detuvo, se acarició la barbilla, miró al techo-. Cabría preguntarse, señor Tadeo Sila; cabría preguntarnos,  ¿acaso usted nunca ha pisado un charco? Reflexionemos con cautela.  ¿Quiere hacer creer a este Tribunal, señor Tadeo Sila, que es usted tan ágil y tan extremadamente perfecto que jamás en su vida ha pisado un... charco, como inocentemente hizo su pequeña y adorable hija?

   Me revolví en mi asiento.

-- ¡Responda! -graznó el tipo-. ¿Por qué está callado?

-- Bueno, me acaba usted de decir que no resp...

-- ¡Nada de trucos, señor Tadeo! Aquí no nos chupamos el dedo. Responda cuando se le pregunte.

-- Jamás he abofeteado a mi hija, señor -sonreí-. Y no pisó el charco inocentemente, mi niña. Sino a conciencia, con la intención única  de salpicar a ...

-- ¡Intención! -clamó el fiscal, deteniéndose y mirándome a la cara por primera vez-. ¡Intención! Usted, su padre, su progenitor, que acude a esta Sala como acusado, pretende endosar intencionalidad sobre los frágiles hombros de una criatura de once años que además es su hija. Su hija. Recuérdelo. No se limita a abofetearla vilmente, sino que achaca a ella...

-- ¡Yo no abofeteé a mi hija cuando pisó el charco! -exclamé, un poco mosca.

-- ¿Quiere decir que la abofeteó sin motivos? ¿Por sadismo? ¿Por placer? Resuelva las dudas de este Tribunal, señor Tadeo Sila.

-- ¡Quiero decir que no la abofeteé! Me limité a recriminarla y cogerla por el lóbulo de una oreja. Jamás le he puesto a mi hija la mano encima.

-- ¿No le ha puesto la mano encima pero le tira de las orejas cuando pisa un charco?

-- ¡No le tiré de las orejas! ¡Agarré su lóbulo y la pellizqué, solamente eso!

-- No haga juego de palabras, señor Tadeo. Ya conocemos su habilidad escribiendo, pero no es éste momento ni lugar. Responda: la abofeteó por pisar un charco, ¿sí o no?

-- ¡No! ¡Rotundamente no!

-- ¿Por qué entonces la agredió, fuera ya a bofetadas o fuera ya a pellizcos en las orejas?

-- ¡Pero...!

-- No tengo más preguntas.

   Miré a mi abogado, que volvió a sonreírme, conciliador.

   El Juicio se aplazó hasta el día siguiente.

-- No pasa nada -me aseguró mi abogado al siguiente día, antes de entrar en la Sala-. Vamos bien. Este fiscal tiene fama de duro, pero sus argumentos no se sostienen. Cuando me toque hablar, demostraré con análisis forenses que una bofetada no provoca daños irreversibles en las paredes craneales de...

-- ¡Que no le di ninguna bofetada, coño! Que solamente...

-- Ya. Las orejas. Pero tampoco es grave. Las orejas, oh. No hay lesiones y los daños tampoco son clínicamente alarmantes. Mantén la calma. Toma, relájate echando un vistazo a la prensa. No leas la portada, no quiero que te hundas.

"JESUS TADEO SILA, EL CÉLEBRE BLOGUERO, PASEA A SUS HIJOS TIRÁNDOLES DE LAS OREJAS, PARA EVITAR LOS CHARCOS".

   Entré al Juzgado sudando. Empezaba a imaginarme metido en una espiral que iba absorbiéndome lenta y pastosamente.

-- Señor Tadeo Sila -principió el fiscal, sin rodeos, enarbolando unas notas en una mano y apuntándome con la otra- ¿En octubre de 2010 abofeteó usted a su jefe porque éste no le concedió una semana de vacaciones? Responda sí o no.

-- ¡No! ¡Por supuesto que no!

-- ¿Por qué lo abofeteó entonces?

-- ¡Jamás he abofeteado a nadie!

--¿ Debe este Jurado inferir, pues, que le tiró de las orejas, tal y como suele hacer con su hija cuando la desgraciada tiene la mala fortuna de ir a pisar un charco?

 Me revolví en mi asiento, inquieto. Tragué aire e intenté explicarme:

-- Vamos a ver. Estamos tergiversando los hechos. No creo que este Jurado pueda imputarme ningún delito por tirar de la oreja a un hijo que salta en un charco con el único fin de salpicar a...

-- No cambie de tema, señor Tadeo. Hablábamos ahora de la bofetada que le propinó a su jefe por negarse éste a concederle vacaciones anticipadas.

-- ¡No he abofeteado a mi jefe en la vida...!

-- Vale, vale. No lo abofeteó. Pero no nos quiera hacer ver que tirar de la oreja a un superior por negarle éste unas cavaciones seguramente inmerecidas, puede soslayarse tan fácilmente. No se haga el listo, señor Tadeo. No quiera embaucar con su presunto talento para la oratoria a este Juzgado. No estamos en ningún foro de ninguno de sus agresivos blogs de tintes xenófobos.

-- ¿Cómo?

-- Lo ha oído bien, señor Tadeo. A este fiscal le consta su actitud violenta hacia la gente de color que vende pañuelos en los semáforos.

-- ¡Nunca compro pañuelos en los semáforos!

-- Claro que no. ¿Por qué habría de comprarle pañuelos a un negro? ¿No es eso lo que quiere decir? Supongo que es más fácil tirarles de las orejas. No hay más preguntas.

   Los periódicos de la mañana sacaron una edición especial.

JESUS TADEO SILA, EL BLOGUERO RACISTA: "ES MÁS FÁCIL TIRAR A UN NEGRO DE LAS OREJAS QUE COMPRARLE KLINES. NO ME HACE FALTA ABOFETEAR A NADIE. ¿PARA QUÉ ESTAN LAS OREJAS, EH?"

-- No hay motivos para preocuparnos -me susurró mi abogado, antes de entrar en la Sala por tercera vez.- Rebatiré sus argumentos uno a uno. De todas maneras, si un negro mete la cabeza por la ventanilla de tu coche, ¿por qué no vas a poder tirarle de una oreja amistosamente?

-- Pero yo no...

--Ah, no tiene mayor importancia. Todo el mundo lo hace.

   A estas alturas, el ambiente en la Sala era ciertamente opresivo. Habían venido periodistas de cada rincón de España. Y una delegación de Uganda y otra de Nigeria se sentaba entre el público, con actitud en verdad hostil.

   La Asociación de Empresarios Unidos también había enviado sus respectivos representantes.

-- Creo, Señoría -empezó el fiscal, que a estas alturas vestía traje blanco, camisa azul y una palomita roja de lunares blancos en el cuello- que se está claramente demostrando la actitud violenta del Señor Tadeo Sila hacia grupos indefensos como niños, inmigrantes o directivos de pequeñas o medianas empresas. Sea a bofetadas o a tirones de oreja, el Señor Tadeo adolece de un odio visceral hacia las clases más marginadas de nuestra sociedad.

  Al decir esto, el fiscal señaló dramáticamente a uno de los miembros de la delegación de Uganda, un negro de metro y medio que lucía unas grandes orejas de las que pendían unos zarcillos de metal que se las estiraban groseramente hacia abajo. Un murmullo de horror recorría la sala. El público miraba la dilatada oreja del Ugandés y me miraba después a mí, murmurando por lo bajo y señalándome disimuladamente.

-- Señor Tadeo -principió el fiscal-. Está usted costando mucho dinero a los contribuyentes, con esta pantomima de Juicio. ¿Por qué no confiesa de una vez la verdad?

-- ¿Pero qué verdad ni qué...?

   Me callé. Había caído en la trampa hábilmente tramada.

-- ¿Ni qué niño muerto, iba quizás a decir... señor Tadeo?

  El sudor, como goterones de cera, me corría de la frente a los labios.

  Frente a mí, mi abogado, con la cabeza gacha, se arrascaba un codo.

-- Mire, don Jesús Tadeo Sila. Asuma su culpabilidad ahora y todo será más fácil. No puede ir abofeteando a la gente cuando le plazca. ¡Vale, vale! Tirando de las orejas. No entremos en minucias gramaticales en las que ya sabemos anda usted muy puesto. Reconozca que no puede evitar agredir a ciertos colectivos indefensos. ¡Reconózcalo aquí y ahora!

-- ¡No tengo que reconocer nada! ¿Pero de qué me está usted hablando? Paseo con mi hija. Ella salta en un charco. Me salpica a mí y a un matrimonio que caminaba cerca. Y con dos deditos, ¡entérese bien!, con dos deditos la tomo de una oreja muy suavemente y le digo que eso no se hace. ¡No hay más! ¿A qué viene tanta...?

-- ¡Con dos deditos! -alzó sus brazos el fiscal, en el culmen del más doloroso dramatismo-. ¡Con dos deditos los tirones de oreja! Y hay que inferir de ello, que las bofetadas las suelta con cinco, ¿verdad? ¡Oh, con cinco deditos...! Son solamente cinco deditos, ¿qué daño puede hacer una bofetada solamente asestada con cinco deditos? Me repugna usted, señor Tadeo. Repugna usted a esta Sala, perdone que se lo diga.

   El murmullo de fondo fué subiendo de tono y el Juez hubo de asestar seis mazazos en la mesa para acallarlo. Una señora se desmayó en la última fila y uno de los representantes de Nigeria comenzó a dar forma entre sus manos a un muñequito de cera, sospechosamente parecido a mí. Salí escoltado por media docena de policías. En la edición de los diarios de fin de semana, un gran titular a todo color anunciaba:

JESÚS TADEO SILA: "RECOMIENDO USAR DOS DEDOS PARA LOS TIRONES DE OREJAS Y CINCO PARA LAS BOFETADAS". Y de fondo, una foto mía que no venía a cuento,  con la palma abierta, que algún desarmado me había sacado mientras espantaba una mosca o paraba un taxi.

   El lunes, y tras las torpes apelaciones de mi abogado, se decretó el secreto de sumario y aquí ando, aguardando una sentencia que ha de llegar tarde o temprano.

   Cuando salí de los Juzgados, llovía. Una muchedumbre sedienta de justicia me esperaba. Pero empecé a saltar sobre los charcos que encontré en mi camino y los puse a todos perdidos.

    A mi abogado, eso sí, le tiré de las orejas con cinco dedos.




41 comentarios:

  1. Lo que yo digo es que desde que pasa algo hasta que lo cuenta el último, cambia la historia totalmente, y mas si se apropia de ella un fiscal o un abogado. Es como aquel caso de alguien que casi atropella a un gato con su moto y al final acaban diciendo que pasó por encima de un león que se escapó del camión del circo, porque dio un frenazo y se abrió la puerta y el pobre animal huyó despavorido sufriendo terribles lesiones por las ruedas de un todoterreno.
    Espero que el juicio salga bien, ja,ja,ja,
    Ana

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    1. Jaja. Pues sí, amiga, la de vueltas que podemos darle a una historia, sea real o sea ficticia. Y puestos a exagerarlas... nadie nos saca nunca de la manida certeza de que la realidad supera a la ficción. Porque sucede cada día. Basta ver las noticias.
      ¿Sabes? Hoy día no tiene mucho mérito escribir relatos de Humor: ya los tenemos cada día en los noticieros y en las portadas de los periódicos.
      Un besote, compañera. Y gracias por andar cerca.

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  2. No sé de que te quejas, encima que el fiscal se tira todo el juicio echándote flores, que si celebre bloguero, que si habilidoso en la gramática que si... ¡Encima querrás que pida tu absolución por agredir de forma imperdonable a una pobre niña que simplemente estaba haciendo uso de su derecho a esparcirse ludicamente! :P
    Besazo

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    1. Bueno, visto de ese modo... Sí, quizás llevas razón. Deberían enjuiciarme más a menudo, jaja. Un besote, guapa.

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  3. No conocia tu agresividad, madre mia que miedo, cualquiera pasa cerca tuyo un dia de lluvia jajaja, o te lleva la contraria en algo, que rapido abres la mano o pones los dedos en plan pinzita ! Muyy bueno Amigo, como siempre increible leerte, cada palabra , hasta el final, se me hace corto, gracias por tu buen humor, un abrazo!

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    1. Gracias a ti, cielo, por andar cerca y dejarme tu comentario. Y no soy nada agresivo, mujer, si es que hoy día con tantas prohibiciones y tanto querer ser políticamente correcto, andamos todos hechos unos presuntos criminales en potencia.
      ¡Un abrazo!

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  4. Gloria Rosa Bermejo12 de marzo de 2013, 22:22

    Si es que, Jesús, si no fueras dando bofetadas (sí, sí, vale, tirando de las orejas, lo que tú digas) a diestro y siniestro, no te habría pasado esto. Mira que ir incluso a tirarle de las orejas al pobre ugandés... ncht, ncht, ncht... si es que te lo tienes merecido...
    Abrazos, amigo, pero de lejos, que no quiero que me tires también a mí de las orejas

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    1. Mi amiga Gloria, ¿cómo puedes pensar que iba yo osar acercarme a ti, y menos con la intención de darte un tirón de orejas...? Ncht, ncht, ncht... No temas, mujer. Creo que te defenderías con uñas y dientes.
      Besos.

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  5. Para mí que te condenan, porque a la violencia de género (por el sexo de la criatura) se une la violencia de número (diferencia de edad). Otra vez trata de pagarte con Miguel Merino, con el que coincides en género y número aproximado. Además es primo.
    Un abrazo.

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    1. ¿Cómo que coincido en número con nuestro común y admirado primo Miguel? Anda, anda. Dejémoslo en género. Y no entra en mis planes pegarme con él... otra cosa que no sea un mano a mano cervecero, jaja.
      Abrazos, compañero. Un fuerte abrazo.

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  6. Qué vergüenza, no tienes en cuenta las consecuencias psicológicas de tus actos, la verdad es que se agradece que haya justicia que te ponga en tu sitio y que haya prensa objetiva que, sin darse al sensacionalismo barato, nos informe a todos de lo mala persona que eres.

    Anonadado quedo :)

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    1. Ya ves, amigo, cómo la culpa es siempre de la prensa... No me refiero a la escrita. Más bien, a la "mala prensa" que va tomando uno con los años.
      Si es que "semos como semos".
      Un abrazo, amigo.

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    2. La prensa manipula que no veas, mira si no cómo le están poniendo al pobre Bárcenas, toda una vida dejándose la misma por y para el bien del país y por afanar unos milloncitos de nada sale vilipendiado hasta en intereconomía.

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    3. Recuerdo unas antiguas viñetas de tebeo, ¿cómo se llamaban...? Pero al final, siempre decían: "igualico, igualico, igualico que el difunto de su abuelico".
      jaja. Abrazos.

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  7. Yo creo que deben condenarte. Y puestos a dictar sentencia, que te cojan dos deditos, los que presiento que utilizas para teclear, o mejor aun, los que te sirven para sujetar el bolígrafo y te los peguen a la oreja. No se puede ir pisando charcos (temáticos) y culpar a la niña.
    Un abrazo.
    P.D. Ni caso a Chema, no sabe contar. De cuentas, no de cuentos, que de eso sí que sabe.

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    1. Muy dura, amigo, fías mi sentencia. Con dos deditos, tampoco se solucionaría gran cosa. Quedan ocho restantes e incluso tengo cierta habilidad, tras noches de bohemia y malas compañías, en darle al Enter con la nariz.
      Con respecto a Chema, es indudable que no lo recomendaría de contable ni de funcionario encargado de revisar partidas de nacimiento.
      Un fuerte y cordial abrazo, Miguel.

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  8. Crei que estabas enfermo, asi que me alegro de que no sea asi.
    España es el paraiso de los despropositos, asi que reconforta tu espiritu pensando que solo pueden pedirte pena de muerte que ya han abolido.
    Pero te la pedirán, porque aquí se sigue con la tonica clásica de que solo a las carceles van los pobres y los idiotas.
    Al resto le piden pena de muerte pero ahi queda la cosa.
    Me he reido como ni imaginas leyendote.
    Algun dia, cuando estemos frente a frente, te contare cosas de los luzgados que te llenaran hasta la barba de canas por la sopresa.
    Gracias por las sonrisas que me has regalado: me estaban haciendio mucha falta

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    1. Gracias por tus palabras, viejo maño. Siempre me anima saber de ti y verte asomar por este mi blog, que es también el tuyo. Indudablemente, me sentiría (y no solamente yo) sumamente satisfecho de escuchar tu anecdotario judicial e incluso personal, del que ya he atisbado bastante en tu blog y siempre he salido (como bien dices) no sé si con alguna cana de más...pero sí que con la barba rizada.
      ¿Por qué no te haces un nuevo blog en blogger, compañero? Una vez lo tengas, te limitas a "copiar" y "pegar" en él todo lo que ya tienes escrito en el otro... Y a seguir escribiendo.
      Es una opción que se me ocurre. Me duele que no sigas escribiendo y compartiendo tanto como tienes para ofrecernos.
      Un fuerte y entrañable abrazo, mi gran y querido maño.
      Y gracias por tus palabras... por muchos motivos.

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  9. Si es que no hay nada como el amarillismo y la mala prensa. Piensa que la publicidad es publicidad, aunque no sea muy buena. Vas a vender libros a punta pala, que la gente es muy morbosa... Jajaja. Besotes.

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    1. Jo, pero vaya publicidad que me hacen... Sí, el morbo me haría vender bastante, pero no creo que escribiera tanto entre las paredes de una celda... A no ser que sea, claro está, mi propia celda: esta que tengo forjada con paredes de ilusión y barrotes de pura y amarga ironía.
      Un besote, preciosa, y gracias.

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    1. ¡Sólo dos deditos...!
      Ya veo que me entiendes, mi amiga. ¿Qué daño pueden hacer dos deditos... a no ser que se utilicen para teclear un amargo reproche de ironía hacia esta sociedad tan hipócrita y graciosa que tenemos?
      Un abrazo, guapa. Y gracias.

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    2. Me gusta verlo así: una sociedad tan "hipócrita" que causa gracia; creo que es más doble que hipócrita, pero esa es la idea; entre reír y llorar, prefiero reír.
      Un abrazo.

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    3. Siempre reír, por supuesto... No conozco otro desahogo mejor. Ni arma más molesta...
      Un abrazo, amiga.

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  11. Jaja, real como la vida misma. Manual de como manipular y tergiversar información, sirve para un juicio y para muchas otras cuestiones.
    Genial como siempre Jesús, y lo que me he reído.
    Besos y manifiestate coño, que estás perdido

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    1. Un abrazo muy fuerte, hermana. Un placer saludarte. Es verdad, Inma, que llevo algún tiempo perdido por cuestiones tanto laborales como personales. Pero eso no quita que en cuanto tenga tiempo, me ponga al día con todo.
      Gracias por tu comentario.
      Un besote, cielo.

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  12. Muy, pero que muy divertido el relato, aunque tengo que poner un pero.
    ¿Donde estaba la toga del fiscal? ¿y sus puñetas?
    No se, lo digo por si puedes agarrarte a este defecto de forma y solicitar la nulidad o sobreseimiento? :)
    De todos modos, me parece una crítica buenísima amén de un relato divertido.
    Besos

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    1. Jaja. Es la infuencia americana, oye, que se imagina uno a fiscales y abogados en traje de chaqueta y con palomita gris o floreada. Pero llevas razón. Puede ser una buena clave para mi defensa... la estudiaré.
      Gracias por tu comentario y un fuerte, cordial, afectuoso abrazo.

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  13. El celebre bloguero Jesus Tadeo Sila, ha escrito una entrada más que genial, adoro leer sus anotaciones!!! las recomiendo plenamente!!! me encanta, eres único, cualquier problema con tu defensa, que ya no lo tienes, después de tu magistral creatividad de saltar charcos, me avisas, y montamos una huelga, con tus seguidores y fervientes lectores, pidiendo la destitución del juez en cuestión, un fuerte y especial abrazo

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    1. Jaja... Con seguidores y compañeros como tú, mi amiga, me apunto no solamente a una huelga, sino a mil juicios que como público te tuvieran, aunque los perdiera todos.
      Muchas gracias por tus palabras, María, que siempre son un estímulo y un gran acicate para, primero, sentirme honrado con tu amistad. Y segundo, por descontado, para no dejar de compartir estos buenos ratos, ya sea escribiendo o leyéndote.
      Un afectuoso y sincero abrazo.
      Y un besote, ¿por qué no?

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    2. Que vamos a la huela Jesús, que no me pierdo ni tus anotaciones, ni tu amistad, recibo tus abrazos y tus besos, todo un gusto compartir, TQM

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    3. Todo un gusto, amiga... Que me dejes sin palabras.
      Un abrazo, de corazón.

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    4. Hola Jesús! :) ya sabes que me encantan tus letras, y me fascina como se requetequieren tu y tu hijita, (claro cuando no le jalas las orejitas :) ), asi que vengo feliz a compartir el Premio Fofura! si Fofura, que de acuerdo a que lo he leído parece ser algo como ternura, pero muy tierno :) te lo dejo con todo cariño, miles de abrazos, TQM http://solo-de-interes.blogspot.com/2013/04/a-compartir-el-premio-fofura.html

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  14. Bueno bueno bueno pero donde esta el segundo capituloooooooooo,déjate de juicios y de gaitas, que no se nos olvida o por lo menos a mi. Como has tardado en publicar pensé que andabas día y noche subiendo a pelo a internete la novela entera y al leer tu entrada me he dicho ¿ pero esto que eeeeee?.. Jaja espero que estés querido mío y tengo ganas de leerte si al final lo editas infórmame porfi. Un besito para ti y tus chicas. amelia

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    1. Ay, mi buena vecina...
      Es verdad que llevo muchos días alejado del blog y de mis entrañables compañeros blogueros. Pero nada que ver con la novela. Son días de muchos asuntos personales y profesionales, que me tienen un poco ajeno a todo. No te preocupes. En cuanto me "sitúe" de nuevo, le sigo dando caña a la manera de editar la novela completa. Es una satisfacción muy grande saber que quieres leer el resto... No te preocupes: todo llegará.
      Gracias, como siempre, por tus palabras, cielo. Y un fuerte abrazo para ti y tu familia... a los que ya, a veces, me da la sensación de que conozco como si fueran verdaderamente unos vecinos de toda la vida...
      Un besote, Amelia.
      Y gracias, una vez más.

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  15. La tergiversación de la realidad en estado puro compadre. Poco mas y te echan la culpa de los desmanes de la mujer del juez jajaja.

    Un abrazo Jesus

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    1. ¡Compadre!
      Gracias, coño, por andar por aquí y dejar la huella de tu paso, que siempre echo de menos.
      La verdad, prefiero el juez a la mujer del juez, pero que no se entere nadie.
      Un abrazo, paisano.

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  16. jajaja, madre mía, si es que las cosas a veces se sacan de madre jejejeje, pero ni pegar bofetadas, ni pellizcos, ni hace falta, los niños aprenden con cariño, límites y educación. Un besazo.

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    1. No te preocupes, amiga, el pellizco no tenía otra finalidad que sacar adelante el relato. Y las bofetadas, mira: hay niños de veinte años que sí que las merecen, jaja.
      Gracias por tu comentario. Un besote.

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  17. ultimamente como estamos no? mis entradas brillan por su ausencia, y tu ya ni hablamos jejeje.
    Oye he decidido hacer privado el blog, en este momento, el mañana ya veremos, enviame a mi correo ameliadflg@gmail.com un correo con tu dirección y así te podré enviar invitación para que lo puedas seguir viendo, ando en temas enfanagosos y no quiero exponer más de lo debido ya sabés tu a quién.

    un besito cariño, cuida bien a las niñas y espero que los tres os encontreis bien y a tope de trabajo.

    Amelia.

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  18. Supongo que andas ocupado con asuntos varios pero se echa de menos una entradita :)

    Besos Jesús

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