jueves, 29 de agosto de 2013

-- Gitano Manué.

Se marcha, poquito a poco, con andares cofradieros, mi amigo Manué. Mi amigo Manué ya se drogaba cuando tú o yo -de la misma edad- empezábamos a perseguir muchachas. Mi amigo Manué ya cantaba y tocaba la guitarra cuando tú y yo -por las mismas fechas- no nos tocábamos otra cosa que no fuera el badajo o la mandolina. Ya mi amigo Manué se ganaba las perras con una mano, mientras nosotros la metíamos debajo del grifo... pretendiendo borrar las huellas de un pecado mortal.

Se me muere, digo, mi amigo Manué. Harto de chutes, harto de hartarse. Lo recordarás, porque has podido verlo en cualquier esquina, en cualquier bar, pidiéndote un euro que la mayoría de las veces le has negado. Tocando unas veces una guitarra con dos cuerdas o acompasándose a la par de los Calis, los Chichos, Manzanita o los Chunguitos... con la sola ayuda de un bote vacío de lejía (cuando vendió o le quitaron la guitarra, qué más da) sobre el que tamborileaba con sus uñas negras.

Se marcha. Te marchas, Manué. Gitano de mi barrio. El que a las puertas del Hospital (la de veces que vamos a un hospital) no me aceptabas una moneda por aparcarme el coche... "porque con la salú no se trafica, padre".

Qué gran maestro. Sin más título que la calle. La puta, puñetera, dura y saboría calle.

Se marcha mi Manué... porque lleva años fumándose a mil cabrones sin boquilla. Porque de cada hermosa palabra, de cada promesa, de cada sueño y de cada hueco palabrerío de listillos gilipollas que hablan por hablar y viven por vivir, de cada uno de ellos sacó las hebras para un nuevo porro. Y así se marcha mi Manué. Con mucho respeto y sin miedo...

Y yo (porque sé que a él ni se le pasaría por la cabeza), aprovecho para cagarme en todos los muertos que le hicieron dar tantos bandazos.

11 comentarios:

  1. Qué perra es la vida, carajo.

    Hoestamente, espero que allá donde vaya (si es que es cierto que vamos a algún sitio después) encuentre más paz que la que pudo hallar en este mundo.

    Un saludo.

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    1. Seguro que encuentra la paz... allá donde vaya, como bien dices. Pero la encontrará solamente si lleva sus armas: su guitarra o su abollada botella de plástico. Y la voz. La voz que nunca le faltó para alegrarnos un rato, aunque le faltara para rezar, quejarse o no levantarla mucho demasiado.
      Gracias por tu comentario.
      un abrazo.

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  2. Me alegra verte por aquí, aunque el motivo no sea alegre. Nos separa de Manué, qizás la suerte, quizás la cobardìa, quizàs la falta de lucidez.
    Un abrazo.

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  3. Gloria Rosa Bermejo30 de agosto de 2013, 11:45

    Un hermoso homenaje para tu amigo Manué, y para tantos otros Manueles que nos encontramos por la calle intentando ganarse unas monedas como buenamente saben.
    Un abrazo, amigo, un placer verte de nuevo por aquí

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  4. Se te ve en estas cosas que eres buen tipo, normalmente esos deshechos de la sociedad se tienden a evitar, a olvidar, cuando quizá sean de lo más auténtico y es probable que los deshechos, probable no, seguro, lleven corbata.

    Bueno verte de vuelta querido.

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  5. Por esos insondables caminos que el destino tiene, el cielo ha querido llorar fuerte y seguido en esa tierra tuya anticipando la muerte de un hombre grande que nada tenía por fuera de él pero que era rico por dentro.
    No he leído jamás elegía más hermosa que la tuya, trozo de tu corazón de esa vida interior tan grande que tienes, para ensalzar la inmensidad de un hombre que se acerca desde el principio de su vida a la muerte usando lo que fuera, porque estaba convencido que merecía la pena perderla, para obtener un poco de placer dentro de la dureza de su destino.
    Creo que no se desaparece y que las emociones más intensas se transmiten, pero si ahora, en el momento de su muerte, no las capta, allí donde va sabrá que un hombre generoso y bueno, le dedicó sus pensamientos para enviarle un trozo de su alma con sus mejores sentimientos.

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  6. Que triste Jesús, estas entradas me ponen de mal fario. Ojalá pudiéramos decir que ha vivido como ha querido y que paga las consecuencias con gusto, pero ni eso, que a algunos la vida se lo pone complicado.
    Aprovecho para saludarte.
    Besos

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  7. Vayan tus palabras por todos los Manué del mundo.

    Es triste comprobar como alguien que ha sido vecino, amigo, o familiar, se te va en esas circunstancias.... no se sabe si con oportunidades pero sin enmienda o sin ellas como vergüenza.

    Besos, Jesús.

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  8. Me alegra tu vuelta, Jesús. Espero que no solamente sea para el homenaje a Manué. Yo también conocí a uno al que también llamé así. Compartiré el enlace, tal y como pides por arriba:
    http://bitacorademacondo.blogspot.com.es/2012/07/el-gitano-manuel.html
    Por cierto que tenía problemas para entrar aquí a través del Chrome. Miguel me ha dado la sencilla solución de hacerlo oor el Explorer y en eso estamos.
    Bienvenido.
    Un abrazo.

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  9. Muy bonito homenaje Jesús, no conocí a Manué pero tus palabras nos invitan a hacernos una idea. Muchas gracias por tu vuelta.
    Un abrazo.

    Marta

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  10. Hermosa y triste entrada amigo.
    ME hace pensar en los Manueles que voy viendo, por las putas calles, que ni dios les da la mano, tantos Manueles, en los metros, en las aceras, buscandose la vida por poder fumarse un buen porro y tener asi un buen dia... :( y un dia dejas de verlos por donde siempre, ya no estan en aquellas frias calles, y las notas mas frias aun...
    Me gusto mucho la entrada, un abrazo

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