Gracias por la colonia, por los calcetines, por el reloj, por los caramelos y por la crema de afeitar y el bote de gel del Máximo Dutti.
Pero gracias, un año más, por admitirme en Vuestro Selecto Círculo.
Gracias por darme la oportunidad, un año más, de ser Rey... como vosotros.
El Rey de Mi hija.
El que a las tres de la mañana y en compañía de su madre, despierta lelo, comatoso y amodorrado; tropieza con su propia sombra, choca a oscuras con el pomo de una puerta, infla globos hasta que los ojos le giran en las órbitas, llena de caramelos unos zapatos y coloca regalos por el salón, en el suelo, en el sofá, en la mesilla... unos envueltos, otros fuera de sus cajas...
Gracias por esos colores que bañan las mejillas de mi niña, cuando con la delicadeza que la caracteriza salta la mañana del seis de enero a eso de las siete sobre la cama de sus padres, gritando:
- ¡Que han venido lo Reyes! ¡Que han venido los Reyes...! ¡Al salóóón...!
Gracias por esa sonrisa perpleja que la hacen guiñar los ojos, cuando atisban con las primeras claridades del día lo que Sus Majestades han dejado este año.
Gracias por esas manos con las palmas abiertas y trémulas, que tiemblan como alas indecisas sin saber muy bien dónde posarse...
Gracias por ver cada año esos ojillos lagañosos, esa boca abierta, esa respiración entrecortada, esas manos ávidas y esos bocaditos anhelantes que se da en el labio de abajo, saltando de un paquete a otro... Abriéndolos a medias y buscando ya el siguiente, mientras sin desayunar pregunta si puede comerse un caramelo...
Gracias, queridos Reyes Magos.
Gracias un año más...
Por recordarme e impedirme olvidar que el mayor regalo que me dísteis una vez fué hacerme Padre.
Gracias y hasta pronto.
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Es especial esa noche, la ilusión de los niños que se contagia a los mayores, lo que he disfrutado y lo que me he reído intentando encajar cada paquete con sus zapatos.
ResponderEliminarReyes por un día...¡no está mal!
Besos
Gracias por compartir ese momento...
EliminarGracias por tu comentario.
Gracias porque personas como tú y como yo, entendamos con los años que los Reyes Magos existen.
Y nunca Reyes por un día... ¡Reyes cada segundo!
Un beso y gracias a ti.
a mi me gustan dos momentos , el más impactante es cuando saltan de la cama como si fueran dos chinches así tan cual y van dando saltitos al comedor, este año primero se levanto la mayor y fue a la cama de los papas a despertar a la pequeña (grrrrr) a las 7 de la mañana tocó diana. Ese momento para mí es mágico porque ellas se vuelven locas abriendo regalos.
ResponderEliminarOtro momento que me gusta es que la noche anterior a las 9.30 ya ando diciendo la que no se acuesteeeeeee no le traen los regalos los Reyes jajajajajajaja. Venir de la Cabalgata (heladosssssss) y ya comenzar yo con el rosario.
Pero sí los adultos somos contagiados por su ilusión y queremos mostrarselo de la manera más bonita y que tengan un buen recuerdo.
Todo vale por ellos.
un besito y muy bonita tu entrada Sr.Tadeo, por cierto, FELIZ AÑOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO jajajaja.
Con todas las benditas y malditas vueltas que he dado en la vida, todavía ninguna ha conseguido descolocarme la noche de Reyes...Es mi noche. Es mi Gran Noche.
EliminarY demos gracias a la Cabalgata. Porque si no hubiera cabalgata, cualquiera acuesta a un hijo a las 9 o a las 10.
Yo a la mía (vivo cerca del centro de Sevilla) la llevo andando, la traigo de vueltas andando, la hago saltar, gritar, tirarse al suelo, bailar con los beduinos ... Gracias a la Cabalgata que me la cansa...¡pfff!
Pero qué mañana más hermosa, vecina.
No la cambio por nada.
¡Y tú con dos...! Te imagino y me salen seis relatos.
Feliz año, amiga.
Realmente, cuando hay niños en casa, la noche y la mañana de Reyes son algo especial. Por un día, se renuevan las ilusiones. Y ver esas caras ansiosas y expectantes no tiene precio. Con mi nieto estoy volviendo a vivir esa situación y espero que me dure aun algunos años más.
ResponderEliminarUn abrazo amigo, y ya sabes que le pedí a los Reyes vernos este año en Sevilla.
En verdad que los Reyes Magos existen... De igual manera que existen los genes porque lo dicen cuatro o cinco locos: pero yo no he visto a ninguno en una jaula o en un plato y ni siquiera en un frasco de cristal.
EliminarConque puestos a creer, Creamos con todas sus consecuencias.
Y si los hijos y los nietos y los hijos de los hijos y los sobrinos de los nietos creen en ellos, ¿por qué vamos a dudar?
Los Reyes existen de igual manera que existe la ilusión: mientras nadie me traiga a unos u otras en un cristalito y debajo de un microscopio, seguiré creyendo.
Y por supuesto, que si me copias la carta de este año... nos vemos en Sevilla.
Por la gloria de mi...
Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, y tú eres ambas cosas.
ResponderEliminarGracias a ti por compartir parte de esa magia con nosotros.
Un abrazo, Jesús.
Esa magia se comparte sola, compañero, y el artículo sólo pretendía dejar constancia de ello. Seguro que es la misma magia que compartes tú con tu sobrino y con la gente que te rodea.
EliminarUn abrazo, Jorge.
Para que luego haya gente por ahí tratando de ponerlos en duda. Se puede dudar de cualquier cosa menos de los Reyes Magos habiendo niños en casa. Ese momento que tan bien has descrito es sin duda el más bonito del año.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tú lo has dicho. A ciertas edades que ya han sobrepasado con holgura la infancia más inocente, solamente puede volver a creerse en los Reyes Magos.
EliminarLo demás, es mentira ya.
Un abrazo.
Es bonito ese día y lo que cuentas, Tadeo, me gusta llamarte Tadeo si no te importa.
ResponderEliminarMis Navidades se stropearon un poco al principio pero las pude recuperar, gracias precisamente a las que esperaban conmigo ilusionadas la noche de Reyes, el colofón perfecto para ver sonrisas y risas y bromas al ver los regalos tan variopintos. Estoy contigo, es impagable ver como los hijos van creciendo a la espera de su noche mágica y los mayores agradecidos por poder contemplar año tras año sus caras de felicidad.
Besotes.
Un niño que sonríe y se muerde los labios ilusionado, nos reconcilia con nosotros mismos y con el Mundo. Nos hace mejores personas. No tiene precio... Si conseguiste recuperar tus navidades, me alegro. Y se alegran, seguramente, mil duendecillos traviesos a los que debemos prestar más atención, porque existen...
EliminarGracias por tus palabras.
Besotes, preciosa amiga.
Me uno a tu agradecimiento porque yo siento lo mismo con mi hijo aunque ya sea mayor y ya no grite como un poseso, pero aunque quiera disimular, la cara que se le puso al ver la PSP no se lme quita nadie de mi recuerdo. Besos
ResponderEliminarAna
La Ilusión es la Ilusión, y no hay que dejar de abonarla, porque es lo que queda cuando la psp o la muñeca o el coche o el juguete terminan en un cubo de basura o en los estantes del recuerdo. La Ilusión, no tiene fecha de caducidad.
EliminarBesos, Ana. Gracias.
Definitivamente es el mejor regalo del mundo.
ResponderEliminarNo hay nada como ver ilusión en la cara de alguien que quieres.
Besazo
¡Y lo poco que cuesta regalarla...!
EliminarNo hace falta comprar el mejor regalo del mundo ni el más sofisticado... La Ilusión no es el regalo en sí, es el papel que la contiene, la magia que la envuelve, la atmósfera en que se presenta...
Y la manera en que se comparte, porque cuando damos Ilusión recibimos Ilusión.
Besazos, amiga.
La verdad es que yo había perdido la ilusión por estos momentos, pero desde que tengo dos sobrinitos, ha vuelto la magia. Ahora disfruto como el que más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro que sí, amigo Jon. Y nunca dejarán de ser tus sobrinitos, con lo que te auguro grandes ilusiones compartidas.
EliminarTodos tenemos ese don impagable que es saber Crearlas. Nunca lo olvidemos.
Un cordial abrazo, compañero.
Echo tanto de menos los nervios con los que me levantaba esa mañana cuando era pequeña... Un besote!!!
ResponderEliminarEse cosquilleo de la infancia, nunca nos abandona. Quizás le permitimos a veces aletargarse y es una grande inconsciencia por nuestra parte. No hay que permitirlo.
EliminarUn beso, amiga.
Entrada emotiva y preciosa Jesús, realmente esas caritas y esa ilusión son impagables, lo más bonito de toda la Navidad. Como mamá lo echo de menos, aunque no era tan sacrificada, a las 12 de la noche se quedaba preparado y punto.
ResponderEliminarYo los escondía por todo el comedor, y se pasaba un rato dando vueltas y rebuscando encontrándolos uno a uno.
Muchos besos
Bueno, en mi caso incluso sin ser padre todavía me turnaba con mi santa esposa para disponernos cada uno nuestros regalos por el salón, la noche de Reyes... Incluidos caramelos... Y nos levantábamos juntos por las mañanas y ¡al salón!, como dos pequeñajos, jaja...
EliminarLa magia es la magia y es gratuita. Así que mi pequeña princesa, seguirá encontrando sus reyes de la misma manera, así que cumpla treinta y ocho años.
Besotes, hermana.
Pues sí, me atrevería a decir que es el único momento que merece la pena de todas las navidades, esas caras al ver los regalos son impagables, lo has descrito de maravilla, abrazos compañero.
ResponderEliminarEsas caras son las caras de los Reyes Magos, indudablemente. Esas caras son las caras de nuestra propia infancia, de nuestros cuentos y nuestros sueños. Esas caras reflejan lo que en el fondo la vida nunca logra arrebatarnos del todo, por muchos vapuleos que nos meta.
EliminarPor eso, aunque sea una vez al año, es bueno verlas y vernos reflejados en ellas.
Gracias por tus palabras y un abrazo.
¡Que bonito y qué bien dicho!
ResponderEliminarNo ha sido un artículo muy trabajado, he de reconocerlo.
EliminarHa sido más una instantánea... La imagen ya era preciosa y estaba ahí. Solamente he tenido que enfocar y hacer clic: todo ha salido tal y como estaba dispuesto en ese momento.
Gracias por tus palabras, amiga.
Un beso.
La magia de la ilusión en los niños, eso es un tesoro, que muy describes, el otro Jesús, es el amor incondicional de los padres, que velan por los sueñan por los hijos, Benditos ambos tesoros, un fuerte abrazo!
ResponderEliminarBendita la magia: la que podemos dar y la que tanto recibimos. Bendita la ilusión. Benditos los cuentos y benditos los sueños.
EliminarBienvenido sea todo lo que nos haga compartir y nos una mirando una estrella.
Un fuerte abrazo, amiga.
Es verdad que cuando hay niños la ilusión, la ternura, la magia lo envuelve todo; pero yo reivindico todo eso en ausencia de niños. Basta ya de sonrisitas y decir "Pero, ¿Aún crees en los Reyes?" Pues sí, pasa algo y mientras no me demuestren lo contrario, pues seguiré creyendo, poniendo mi parte para mantener las ilusiones de los que quiero.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo :)
Pues llevas razón, amiga. A veces deberíamos enfrentar los sueños con la misma fuerza que enfrentamos la realidad, y aprender a convivir con ellos como una parte más de nuestra existencia. Todo sería mejor.
EliminarUn besote, cielo.
A mi las navidades no me van pero la mañana de Reyes llené el sofá de mi casa con regalos esperando a que viniesen mis sobrinos y mi ahijado....
ResponderEliminarLa verdad que una auténtica gozada!!
Bendita ilusión!! :D
Besos
Es una noche especial que da paso a un día precioso. Los críos disfrutan lo suyo y nosotros, contemplándolos, nos trasladamos en el tiempo... Perfecto. Las Ilusiones no pueden perderse a la vuelta de una esquina.
EliminarBesos, compañera.
Hola, soy tu hija y todo eso está muy bien. Pero a ver si el año que viene te estiras un poco más. Abrazos.
ResponderEliminarEs la imaginación la que estira el juguete hasta límites insospechados. Ya has aprendido a mi vera que una simple pinza de tender la ropa puede convertirse en una muñeca, en un vehículo o en una pistola.
EliminarTodo el mundo tiene en su casa papel y lápiz, pero no todo el mundo sabe sacarle mil historias a semejantes bagatelas de uso cotidiano.
Conque ya ves. Hubiera distinguido sin ver el nombre y sin ver la foto, que no... Que no es mi hija la que escribe.
Saludos cordiales.
Me ha encantado esta entrada Jesús, el día de Reyes es mi favorito, me he sentido muy identificada con tu hija que os despierta super temprano para ver los regalos y os pregunta si puede comer un caramelo sin haber desayunado antes, yo hacía lo mismo y me ha traido muchos recuerdos. Los nervios de la noche de Reyes...al selecto club de los Reyes Magos aun no he entrado pero apuesto que tienen que ser algo maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo amigo!!
Gracias por tus hermosas palabras, amiga Marta. Creo que todos compartimos muchos recuerdos de esa noche y ese día tan especiales. Y no debemos olvidarlos nunca. Al revés. Con sólo rememorarlos, podemos sentirnos niños de nuevo y ser quizás un poquito mejores.
EliminarGracias y un fuerte abrazo.
Muy preciosa declaracion de amor paternal
ResponderEliminarPues sí: has acertado. Después de tantos comentarios, me doy cuenta de que no es tanto un homenaje a los Reyes Magos como una simple y sincera declaración de amor paternal.
EliminarGracias por la sutilidad de haberlo entendido así.
Un cordial abrazo.
Todavía me acuerdo de cuando era chiquita y todavía no sabía la verdad con respecto a los Reyes Magos, la verdad que es divina esa inocencia.
ResponderEliminarUn año, y la verdad es que no me acuerdo por qué se me ocurrió, decidí hacerme la dormida, y así descubrí a mi madre poniendo el regalo sobre los zapatitos (en Argentina se dejan los zapatitos que es donde los Reyes ponen sus regalos por la noche, y agua y pasto para los camellos). Fin de esa ilusión. Fue buena mientras duró.
Beso Jesús, espero estés muy bien
Son recuerdos imborrables, pero recuerdos que vuelven a hacerse realidad cuando tenemos niños cerca, sean hijos, sobrinos, nietos o cualquier chaval que el día seis de enero sale a la calle estrenando su balón nuevo... Creo que esa es en verdad la Magia de Los Reyes Magos, el hecho de que nunca se van del todo, de que siempre están dentro de nuestros corazones.
EliminarUn besote, Eva. Gracias por tus palabras. Te deseo lo mejor.
Hola Jesus!!! Soy nueva por aquí, una nueva admiradora!! me encanta todo lo que escribes, si hablas del amor, le pones amor a cada palabra.... y si hablas de humor, todo es cachondeo!! me gusta mucho asi que como te dije me agrego a tu lista de "fans" para seguir leyéndote!!! un abrazo.
ResponderEliminarEres muy amable, Lau. En el fondo, es una mezcla maravillosa el Humor y el Amor; y son dos cosas que unen y nos acercan por igual.
EliminarGracias por tus bonitas palabras y por andar por aquí, donde espero que te sientas siempre como en casa, tanto para leer como para dejar tus opiniones o comentarios con absoluta libertad.
Un cordial abrazo.
El azar me ha llevado a esta entrada y me alegro porque yo también comparto esa condición de padre e intento mantener esa ilusión de niño. Si quieres, te invito a echar un vistazo a una poesía que escribí sobre ese tema:
ResponderEliminarUn saludo
http://blogliterarioyfotografico.blogspot.com.es/2013/01/noche-de-reyes.html
Gracias por tu comentario, Armando. Ser padres es el mayor regalo que los reyes pueden dejarnos, y era eso lo que pretendía transmitir.
EliminarGracias asimismo por dejar tu enlace, que es algo que siempre auspicio desde este blog, para que todos compartamos y nos conozcamos más.
Te envío un cordial saludo. Ya he he estado visitando tus páginas y creo que tienen la magia precisa para enganchar y dejarse llevar durante largos e interesantes minutos.
Un placer haberte conocido y seguirte a partir de hoy.
Gracias.