Ni idea, Miguel, de qué van las Tontás... Hace tiempo que no paso por tu blog ni por el de nadie. Y si paso por el mío, es de refilón, ya sabes, por saber si sigue existiendo.
Conque me viene el Chema y me dice que te mueres. Ole los cojones del Chema (que ha sido el único que me avisa) y ole tus cojones, primo, que ni avisas ni nada.
Vas y te mueres cuando el Sevilla anda por el quinto puesto. ¡Miguel, coño...! Que no es pa tanto. Que a veces hemos estado los primeros... Y que este domingo de Ramos, tenemos nuevo derby Betis-Sevilla y vas y te lo pierdes... Lo tuyo es pa morirse, pero de risa. Mira que perdértelo...
¿Qué te digo, primo? Esto de llamarnos "primos" es muy coriano. Mucha gente pensaba que lo éramos. Primos pero no corianos o corianos pero no primos. Es igual. Mucha gente lo pensaba. ¿El qué? Ni idea. Pero cuando nos leían, sé que mucha gente lo pensaba.
Sé que eras de los primeros que pateaste mi blog. Tengo el orgullo, como muchos blogueros, de contar con muchos comentarios tuyos entre mis entradas. Para colmo, no te contentabas con hacer un simple comentario como Dios manda. Sino que comentabas y volvías a comentar lo que comentaban y hacías comentarios sobre los comentarios...
Lo tuyo era escribir, primo. Fuera lo que fuese. Tú, disfrutabas como un chino.
Si hay algo que guardo como oro en paño, era tu sentido del humor. Porque aunque mi blog lo inicié como un blog de humor, también era consciente de que el humor escondía detrás mucha pena. Me sentía cercano a ti precisamente por eso, porque quienes pretendemos hacer reír o sonreír, escondemos algo llamado tristeza... pero aprendemos a darle la vuelta a la tortilla y a repartir felicidad antes que guantazos.
No se me ocurre nada más que decirte. O se me ocurre demasiado y sería redundar en lo que muchos compañeros (¿sólo somos compañeros?) te dirán seguramente hoy... Qué gran milagro esto de los interneces y las redes sociales, primo. Soy de los que he despotricado mucho de todo, ¿pero cómo explicar que se coja verdadero afecto a alguien a quien nunca se ha tratado cara a cara... solamente por el hecho de compartir escritos y lecturas? ¿Cómo se llora virtualmente? Y si es virtualmente, ¿dónde está esa gotera del techo que me moja hoy el papel?
¿Y dónde andabas ayer, para que nuestro Sevilla le metiera cuatro goles al Oporto y con un jugador menos? ¿O un jugador de más...? ¿No serías, tú ayer, el famoso número 12, no?
En fin, primo... Que debiera echarte una pequeña bronca y lo que voy a echarte es mucho de menos... Mira que irte ahora, macho, cuando más hermosa está Sevilla... Mira que irte ahora, cuando el cielo es un espejo y la ciudad toda es una ciudad reflejada en un gota de agua de cualquier fuente, en una gota de rocío sobre el azahar o en una gota salada en una mejilla... Mira que irte ahora... Aquí, en Sevilla, cabezota, nadie se va en primavera.
Un abrazo, primo.
Y si en verdad descansas en Paz, no te lo tomes muy a pecho, que eres de los que la eternidad también se te hará corta sin un lápiz y un papel a la mano.
Que nos conocemos, primoooo.... ¡Arriba el Sevilla! Y este domingo de Ramos, a la primera levantá del primer paso que vea, al primer empellón con el cuello de esos costaleros alzando 2500 kilos sobre los hombros al grito de ¡al cielo con ella...!, no podré evitar pensar en ti, entre chirridos de madera, bambalinas y candelabros de plata.
Y llegará después la feria, ya sabes: "Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va..."
Y llegará después la feria, ya sabes: "Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va..."
Algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Tú lo has dicho, Jesús. Pero nos quedan sus letras y su recuerdo. De otros sólo nos queda esto último, el recuerdo. Algo es algo.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús. ¡Y arregla esa gotera del techo!
Un abrazo, compañero. Ya nos enseñaron, entre carreras y barrigazos, que un CABALLERO nunca llora... y era mentira. Y nos enseñaron después que un CABALLERO nunca olvida... Y eso sí es verdad. Sea este reencuentro entre camaradas, un homenaje a nuestro Miguel. Me consta que lo hemos querido mucho. Me consta que ser duro no impide llorar. Me consta, que lo hemos querido porque había que quererlo... Un abrazo, compañero.
EliminarHermosas palabras. Me has hecho recordar un comentario suyo en mi blog que me fascinó:
ResponderEliminar"¡Ay mi Sevilla, se disfruta hasta sin querer!"
Besazo
Ay, amiga... Ahora sí que echo de menos esas cervezas que nos hubiéramos tomado juntos... Pero somos así de puñeteros. ¿De qué vale ya escribir nada? Quizás, tener la ilusión de hacerlo aún, ¿y por qué no?
EliminarUn abrazo, cielo. Hoy todos compartimos el mismo pésame...
Jesús, hoy va una de blog en blog emocionándose y es que las goteras en estas casas viejas, ya se sabe.
ResponderEliminarEstupendas palabras, amigo, para recordar y homenajear a otro, debe estar de un subidón....
Debo ser sincera y decirte que no me acordé de tí para darte la noticia, de hecho no se la dí a nadie en particular, sólo lo comuniqué a través del blog, a mí me lo dijo Inma. Pero déjame decirte también que cuando alguien desaparece como lo hiciste tú, con el tiempo, va desapareciendo también del recuerdo y eso no se debe consentir, yo sabía de tí, por tus publicaciones mensuales en g+.
Esto es así, se echa mucho de menos las publicaciones de los amigos hasta que su escapada se hace ya demasiado larga y nos vamos olvidando poco a poco.
Ojalá volvieras a escribir con cierta asiduidad por lo menos.
Besos apretaos.
Te entiendo, porque a mí también me ha pasado. He echado de menos a mucha gente.... Y sí, hace tiempo que llevo mi blog abandonado, pero es un tema aparte. Hoy Miguel me hace pasar por aquí. Y como en cualquier velatorio de todo menos virtual, su ausencia me hace sentirme más unido que nunca a todos vosotros. Un besote.
EliminarOs dejo un cachito de Miguel en comentario:
ResponderEliminarAnónimo11 de abril de 2014, 9:46
Hola a todos, soy yesenia, vaya despliegue!!! Me pondré al día el finde, el trabajo no me deja más, pero gracias a todos de antemano, besos.
P.D; el Sevilla también le hizo su homenaje, qué no!!
Contesté a Yeste y te contesto a ti ahora, Yesenia. Lo siento. Lo sentimos todos. Poco a poco y granito a granito, creo que vamos demostrando la admiración y el cariño que a Miguel le teníamos. Nunca cierres su blog, porque te cogemos y te machacamos... Déjanos seguir sentirlo cerca. A él le encantaría, a nosotros también y a ti y a toda vuestra familia seguro que no os disgusta. Gran persona y gran escritor. No nos hagas creer que se ha ido del todo, por favor. Nunca quiso irse del todo y por eso escribía. Un abrazo.
EliminarEstoy convencida de que desde donde esté se sentirá muy orgulloso de toda la amistad y el cariño que le estáis haciendo llegar.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un beso.
Me encanta que te unas a nosotros. No dejes de pasear por su blog, compañera. Miguel era un Don Juan de la palabra...
EliminarUn abrazo.
¿Acaso dudas que gustándole como le gustaba Sevilla no participó en el partido contra el Oporto? Yo si fuera del Betis estaría temblando este domingo.
ResponderEliminarPreciosa entrada. Me ha emocionado.
Un beso.
Jajajaja! De Miguel, no me extraña nada ya. Si de una entrada sacaba diez comentarios y si diez comentarios le daban para sacar una entrada.... Por supuesto, que metió ayer un par de goles.
EliminarGracias, amiga, por compartir estos momentos. Un fuerte abrazo.
Creo que nunca te he leído pero para ser la primera vez me has llegado muy adentro (seguro que Miguel tiene a mano algún comentario jocoso sobre esto...) Mucha gente opina que la "familia" virtual son pamplinas, ya ves que no ¿O estaríamos así de serlo? ¿Ganó el Sevilla? Ja! Ninguno de nosotros duda ya de que algo tubo que ver el caballero.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues encantado de conocerte, amiga. Tu comentario, además del cariño que muestras, me hace recordar a ese Miguel que me regañaba por no escribir más. Yo le decía que no me encontraba motivado y él me respondía que era un "flojo..." Un abrazo, compañera. Hoy le echamos todos de menos. Siempre estuvo al lado de cualquiera. Le encantaba escribir, pero le encantaba leer y leernos. Y comentar... que no dejaba pasar ni una, el muy coriano...
EliminarGracias por unirte a esta despedida que poco a poco, se hace un reencuentro.
Qué bonita entrada Jesús y qué pena tan honda se lee bajo tus palabras.
ResponderEliminarUn beso grande aunque...¿quién te ha dicho que no habrá lápiz ni papel?
Un beso, amiga. Y llevas mucha razón. No en lo del lápiz ni el papel, sino en que aún no me lo creo y me da vergüenza o no estoy acostumbrado a reflejar nunca lo que siento. Por eso me encanta el humor... porque es una forma de mostrarme fuerte cuando menos fuerte me siento.
EliminarUn beso.
Fui yo uno de los que se tragó vuestro parentesco durante meses. Y bien podía ser en realidad, por el montón de cosas que teníais en común: Sevilla, el Sevilla, el sentido del humor, el arte para juntar letras...
ResponderEliminarNo podía faltar tu bonito homenaje al primo Migué.
Un abrazo, Jesús.
Un fuerte abrazo, compañero. Y sin desmerecer a nadie, confieso que tu comentario ha tenido la medida justa. No había más... No era mi primo pero por muchos motivos me sentía unido a él. Hay renglones que se escriben con la leche que has mamado.
EliminarUn fuerte abrazo... por todo, por tanto.
Nunca leí su blog (no serviría de nada decir lo contrario a estas alturas), pero sí sus comentarios en el tuyo, y soy capaz de entender el dolor que desprenden tus palabras.
ResponderEliminarHoy, las casas de todos los blogueros están llenas de goteras.
Un beso y un gran abrazo
Pues ya es hora de que empieces a leerlo... jaja, es lo que él te hubiera dicho. Pero sin ser bloguera asidua, gracias por estar aquí hoy con nosotros. Dice mucho de ti. Gracias, Gloria. Me consta que sabes de qué manera se puede llorar y de qué manera se puede hacer reír. Y de cuántas maneras, siempre va una cosa relacionada con la otra. Me consta que si estás aquí, es porque sabes perfectamente lo que puede unir la distancia. Me consta, amiga mía, que escribes con el corazón y doy fe. Gracias por estar cerca siempre.
Eliminar¿Como iba yo a imaginar que no sabías lo de tu primo? Tan unidos estáis en mi mente, que creía que entre vosotros seguía habiendo contacto más allá del blog, porque aunque tardé en enterarme de que no eráis primos de verdad, no creas, mi subconsciente no termina de procesarlo y os hace siempre unidos por ese lazo y por Coria, y desde ahí eché yo también mi lacito para atarme a vosotros con una lazada floja, de esas que no aprietan y casi no se notan pero te hacen sentir segura de no soltarte.
ResponderEliminarMuchos besos, Jesús
Yo el parentesco no me lo creí nunca porque siendo el mucho más guapo que tu era improbable que compartiérais genes pero vaya, que se notaba la camaradería que es lo importante.
ResponderEliminarMuy sentido, abrazos mozo.
Me ha gustado tu forma de escribir. Íntima pera la vez, con un tono desenfadado.
ResponderEliminarMiguel ha generado posts más que preciosos. Lo siguiente. ; - )
Un saludo.
¿Cómo no van a ser reales los afectos? No importa que la gente no esté cara a cara.
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